Réquiem por Marisela Escobedo
¿Cuántas veces se puede morir a lo largo de una vida? Marisela Escobedo falleció tres veces. Su primera muerte sucedió cuando se enteró que Rubí, su hija menor, había sido asesinada por su pareja; la segunda, cuando la justicia absolvió al asesino; y la tercera, cuando su cuerpo cayó desparramado en la calle después de recibir un disparo en la cabeza por reclamar, frente al edificio de la procuraduría, justicia para su hija asesinada.
Estos tres momentos desgarradores son parte del documental ‘Las tres muertes de Marisela Escobedo’, la nueva producción de Netflix, que muestra cómo la vida de esta mujer, madre y empresaria mexicana fue pisoteada y ninguneada por el sistema judicial, las autoridades de turno y el crimen organizado de su país, desde el día en que ella decidió que el feminicidio de su hija no podía quedar impune.
La historia de Escobedo es narrada a través del testimonio de dos de sus hijos mayores, de varios abogados defensores y de imágenes obtenidas del archivo de medios de comunicación y de grabaciones realizadas por la familia. En muchas de estas imágenes, la madre de Rubí aparece denunciando la inoperancia del sistema judicial de su país o marchando por la calles de Ciudad Juárez, con un cartel en el que aparece el rostro de su hija.
Este documental puede ser visto como una historia de terror. El terror que una madre siente cuando se entera que después de que su hija fue asesinada, su cuerpo fue quemado y sus restos lanzados para que se lo coman los cerdos; el terror que viven unos hijos, al ver la grabación en la que aparece su madre tirada en el suelo, con la cabeza desollada por un balazo; o el terror que produce saber que para gran parte de la sociedad contemporánea la vida de una mujer no vale nada.
Asimismo, el documental puede ser visto como una historia de amor. Solo así se entiende cómo Escobedo tiene la valentía para entrar en un basural a buscar algún hueso de su hija; su tenacidad para caminar desde Ciudad Juárez hasta Ciudad de México, con el objetivo de que nadie en su país olvide que su hija murió asesinada por su pareja; o su empeño por encontrar al asesino de Rubí, aún sabiendo que lo protege una organización criminal.
El documental también muestra cómo después de diez años de su asesinato, y a pesar de sus tres muertes, Escobedo sigue viva en la memoria de miles de mujeres de Ciudad Juárez y del estado de Chihuahua. La recuerdan como un ejemplo de lucha frente a las injusticias de un sistema judicial y de una sociedad, que hasta la fecha, sigue vulnerando sus vidas y que continúa matándolas.
¿Cuántas mujeres con la misma historia de impunidad como la que vivió Marisela Escobedo existen en México y a lo largo de toda Latinoamérica?, madres cuyas vidas han sido consumidas por la búsqueda de justicia para sus hijas asesinadas. Estas historias de terror no son ajenas a lo que sucede en la sociedad ecuatoriana. Solo basta recordar que durante el último feriado que se vivió en el país, seis madres perdieron a sus hijas, a causa de un feminicidio.