‘Las malas’
La Tía Encarna es una sobreviviente. En su cuerpo reposan las huellas de la violencia de un mundo en el que las mujeres trans todavía son ninguneadas, estigmatizadas y precarizadas. En medio de la oscuridad, a la que su vida y su cuerpo han sido confinados, ha logrado que su amor y su sabiduría se conviertan en un pequeño faro que ilumina la existencia de otras mujeres igual de desamparadas.
La historia de la Tía Encarna es parte de la trama de ‘Las malas’, la novela que ganó el Premio Sor Juana Inés de la Cruz 2020. En este libro, la escritora Camila Sosa Villada cuenta la vida de un grupo de mujeres trans que trabajan en el Parque Sarmiento, en el corazón de la ciudad de Córdoba (Argentina), cuya vida cambia cuando una de ellas encuentra un bebé recién nacido abandonado en una zanja.
A la presencia magnética de la Tía Encarna se suma la de Camila, la prostituta trans más joven del Parque Sarmiento. A través de ella -que también es la narradora de la historia-, el lector se sumerge, de una forma poética, a las profundidades de la vida cotidiana de mujeres que son deseadas y repudiadas, con la misma intensidad, por hombres que a la luz del día son capaces de escupirles en la cara y que en la oscuridad de la noche pueden suplicar por una más de sus caricias.
A través de Camila, la autora también ahonda en la complejidad de ser una mujer trans en medio de una sociedad que rechaza todo lo que está fuera del discurso de la normalidad y sobre el dolor y la amargura que provoca ese rechazo, más aún, si los que condenan y señalan con el dedo inquisidor son las personas que forman parte del núcleo familiar.
Camila es una mujer que tiene miedo a muchas cosas: a que un día un cliente la estrangule, a la crueldad de los policías, a la soledad que llega con cada salida del sol, a la muerte de una más de sus amigas o conocidas y a las miradas de asco que le lanzan otras mujeres, pero lo que realmente le provoca un miedo irracional es su padre.
“No hubo policías, ni clientes, ni crueldades que me hicieron temer del modo en que temía a mi papá. En honor a la verdad, creo que él también sentía un miedo pavoroso por mí. Es posible que ahí se geste el llanto de las travestis: en el terror mutuo entre el padre y la travesti cachorra”.
En el prólogo del libro, Juan Forn sostiene que ‘Las malas’ es un relato de infancia y un rito de iniciación, un cuento de hadas y de terror, un retrato de un grupo, un manifiesto político, una memoria explosiva, una visita guiada a la fulgurante imaginación de su autora y una crónica distinta de todas, que viene a polinizar la literatura.
También se podría agregar que ‘Las malas’ es una historia que, por primera vez dentro de la ficción latinoamericana, logra alejarse de las aproximaciones fantásticas en relación a lo que sucede en la vida de las mujeres trans, para ofrecer una historia más real y cercana. Sosa está convencida que es importante hablar de lo que ha vivido la comunidad trans porque eso es lo que hacen las personas. "Como dijo la escritora estadounidense Toni Morrison solo así sanan las civilizaciones”.