El guapo de la barra

Lo que otros callan por temor o timidez, aquí se lo dice sin anestesia. Es comentarista de fútbol de EL COMERCIO.

Alejandro Ribadeneira

Licenciado en Comunicación Social por la Universidad Central. Es periodista desde 1994. Colabora con el Grupo El Comercio desde el 2000 y se ha desempeñado en diversos puestos desde entonces. Actualmente ocupa el cargo de Editor Vida Privada.

Los 'imparciales' relatos del fútbol ecuatoriano

El fútbol siempre genera pasiones. Foto: Pexels

El fútbol siempre genera pasiones. Foto: Pexels

Un grupo de dirigentes está molesto y se ha quejado en público por la dudosa prestancia de los periodistas que narran y comentan los partidos de una respetable liga top de equipos quebrados, en especial por la abierta parcialidad de sus análisis.

Esos dirigentes dicen que los cotejos de ese torneo se narran más o menos así:

“El partido se acerca al final, queridos televidentes que siguen esta señal de Fútbol Neutral. El equipo Quenonosgusta tiene cero goles, mientras que el equipo Queamanos tiene... ¡cero golazooooos! El equipo Queamamos ha atacado solo una vez en todo el cotejo, ¡pero qué ataque!, ¡qué jugada! ¡qué concepción tan artística del fútbol! Con ese intento, frustrado de pura suerte por el arquero rival que se tropezó para volar de palo a palo y detener la pelota, los hinchas nos sentimos... cof.. cof... perdón, los hinchas deben sentirse plenamente contentos y orgullos.

“Mientras tanto, el equipo Quenonosgusta ha fracasado rotundamente. Tuvo 20 ocasiones de gol, pero todas intrascendentes pues sus atacantes son tan pésimos que estrellaron el balón dos veces en el poste. Lograron un gol, que fue anulado erradamente por el árbitro, quien creyó que hubo un fuera de lugar. Se equivocó. Es humano. De todos modos, esa jugada no incide en el resultado. No la repetiremos porque no hace falta.

“El equipo Quenonosgusta tuvo un 70% de posesión de la pelota, pero ese dato, aislado, no refleja lo parejo del encuentro, que está por terminar en esta última jugada. ¡Penalti! ¡Eso era penalti para el equipo Queamamos! Pero el árbitro no lo pitó. ¡Increíble que tengamos estos jueces! Repitamos la jugada cuantas veces sea necesario. ¡Era penalti! Ese error incide en el resultado final y le priva al equipo Queamanos de una victoria más que merecida”.

El fútbol siempre genera pasiones. Foto: Pexels