El guapo de la barra

Lo que otros callan por temor o timidez, aquí se lo dice sin anestesia. Es comentarista de fútbol de EL COMERCIO.

Alejandro Ribadeneira

Licenciado en Comunicación Social por la Universidad Central. Es periodista desde 1994. Colabora con el Grupo El Comercio desde el 2000 y se ha desempeñado en diversos puestos desde entonces. Actualmente ocupa el cargo de Editor Vida Privada.

Gustavo Alfaro, ¿un acierto o un error en la Tricolor?

El entrenador argentino Gustavo Alfaro, flamante DT de Ecuador, llegará la próxima semana al país. AFP

El entrenador argentino Gustavo Alfaro, flamante DT de Ecuador, llegará la próxima semana al país. AFP

Era muy difícil encontrar al ‘entrenador perfecto’ para la Tricolor debido a que los requisitos que se pedían (más por parte de aficionados que de la misma dirigencia) eran prácticamente imposibles de cubrir por una sola persona. Un candidato conocía al jugador ecuatoriano, pero nunca fue campeón. Otro ganó títulos, pero en la vida dirigió una selección. Otro estuvo al frente de un combinado nacional, pero jamás había trabajado en Ecuador.

Además, estaban los temas de la disponibilidad y del presupuesto. Y de exigencias absurdas, como las de Guillermo Almada, que pretendía vivir en Guayaquil (¿qué parte de que Quito debe ser el bastión de la Selección no entiende ese señor?, ¿qué parte de que los Andes no se pueden dinamitar no le entra?).

Al final, el argentino Gustavo Alfaro se quedó con el cargo. De entrada, no sabemos si felicitarlo o compadecerlo. Ecuador ha sufrido una devaluación muy fuerte y hay una sed de resultados muy grande, una urgencia que conspira contra el principal requisito, el único que medianamente puede garantizar el triunfo o el fracaso del desempeño de un entrenador: la estabilidad.

El entrenador argentino Gustavo Alfaro, flamante DT de Ecuador. AFP

Alfaro, es verdad, no conoce al jugador ecuatoriano y no ha dirigido nunca una selección nacional. En cambio, ha sido campeón, ha liderado exitosamente procesos de mediano aliento y, sobre todo, sabe comunicarse con los futbolistas. Es un profesional con  galones ganados a pulso.

También se ha ganado fama de ser defensivo, pero en realidad es muy versátil y puede aplicar sistemas como los 4-4-2, 4-3-3 o 4-5-1 según los jugadores que posea y el rival de turno. Todo esto es muy valioso y, en teoría, Ecuador gana con la presencia de Alfaro. Pero, ¿le tendrán paciencia?

Recordemos que Ecuador tiene muy poquitos triunfos futbolísticos, como la Copa Libertadores del 2008 de LDU, el Sudamericano Juvenil del 2019 y la Sudamericana de Independiente del Valle del 2019. En los tres títulos fue clave el absoluto respaldo al proyecto del entrenador. Y respaldo significa paciencia, planificación y a veces comerse derrotas dolorosas como parte de un camino que, en este caso, será difícil desde el primer cotejo.

Un detalle interesante, en todo caso, está en que, hace tres años, Alfaro declaró que sentía que su carrera estaba por terminar y que deseaba un final grandioso o al menos digno. Por eso, hay confianza de que realmente se esforzará para triunfar en la Tricolor.