Comentarista
@guapodelabarra
Los clubes del Ecuador afrontan un año trascendental para demostrar que toda la pelea y la controversia y los exabruptos para crear la Liga Profesional valieron la pena.
En esta temporada, los clubes serán los administradores de su propia competición, algo que muchos consideran es un acertado paso, histórico y legítimo, para los que aspiran a mejorar los ingresos pero también el nivel deportivo; mientras que otros consideran que al final, cuando se hagan los balances, se lamentará haber dejado en el camino a la Federación Ecuatoriana de Fútbol.
Por lo pronto, las primeras medidas de la Liga Pro están tomadas.
Se cambió el sistema del campeonato, que pasará del clásico todos contra todos y partidos finales, que funcionó, a definiciones de eliminación directa, a la mexicana. Se aumentaron los equipos en la Serie A y ya está operativo el convenio con el canal oficial.
Los retos son complejos. Hay que recuperar la masa de hinchas en los estadios. Los horarios impuestos por el canal dueño de los derechos no agradaron a todos los competidores. Está pendiente el tema de los árbitros, quienes denuncian falta de pagos. Se verá si los recursos son suficientes para evitar bochornosas sanciones por jugadores que no reciben sus sueldos a tiempo.
Hay que rescatar a la Segunda división de su mediocridad. Y también está latente el tema de la Selección nacional, que necesita ser abastecida por los clubes, que ahora en cambio se sienten más fuertes que la misma Ecuafútbol, tanto que lanzarán candidatos para reemplazar a Carlos Villacís.
Vamos a ver cómo se desarrolla este Año Uno de la Liga Profesional.