¿Este será el año de Independiente campeón?
Alejandro Ribadeneira, Comentarista, @guapodelabarra
Las condiciones están dadas para que Independiente del Valle por fin pueda proclamarse campeón de la Serie A. Primero, porque el equipo de Sangolquí realmente luce muy bien, luego de diez fechas en las que apenas ha caído una vez y ha cedido dos empates. En una competición marcada por la irregularidad, este plantel es el más estable de todos.
Además, no existe mejor jugador en la competición que el centrocampista Cristian Pellerano, cargado de una amplia experiencia (tiene 37 años y un ilustre recorrido por Argentina y México) que es puesta al servicio de los jugadores más jóvenes. Pellerano controla los tiempos, articula el juego y es solidario en la marca.
Siempre hubo la queja de que a Independiente le faltó un refuerzo extranjero de calidad para ser campeón, y parece que la cuota foránea de esta temporada sí empuja al equipo a la victoria.
El entrenador Ismael Rescalvo ha logrado un armar el equipo desde atrás para alcanzar una solidez defensiva que mantiene a Independiente con la segunda valla menos batida. Se aprendieron las lecciones que dejó el desastroso debut ante el Cuenca y nunca más vimos al equipo flaquear de esa manera. El arquero fue cambiado y hay más orden en la última línea.
Adelante, en cambio, el ataque no es demoledor pero sí efectivo. No hay una estrella de goleo pero las responsabilidades de anotar están repartidas (ningún jugador de Independiente está entre los diez máximos artilleros). Eso basta para sumar los puntos que ponen a soñar con ese título tan esquivo desde el 2010, cuando Independiente del Valle irrumpió con su proyecto de convertirse en una cantera nacional.
Por supuesto, aún falta un largo tramo y, con un sistema de eliminación directa, es perfectamente posible ganar esta fase y luego caer derrotado en el primer play-off. Pero, de todos modos, luego de casi una década de estar cerquita de la corona, en algún momento puede darse que Independiente se quede con el máximo premio. ¿Habrá la jerarquía que antes faltó, por la juventud del plantel, para dar ese salto?
A esto se suma que los cuatros grandes (BSC, Liga, Emelec y El Nacional) están ahogados en la mediocridad. Si no es ahora, ¿entonces cuándo?