Barcelona de Guayaquil y Liga de Quito (e hinchas de cristal)
Parece que la llamada ‘generación de cristal’ también abarca a ciertos hinchas a los que todo les molesta y lo interpretan como un ataque o una conspiración promovida por envidiosos enemigos.
El más reciente caso de gente ofendida por tonterías es la polémica desatada porque se denominó a Barcelona Sporting Club como ‘Barcelona de Guayaquil’ en un tuit de Liga de Quito (¿o se dice LDU?) dedicado a las acreditaciones del duelo de este sábado 20 de marzo.
Acreditaciones LIGA vs. Barcelona de Guayaquil https://t.co/DtKq9ha38Q pic.twitter.com/Bol83E8HWC
— LDU Oficial (Desde 🏠) (@LDU_Oficial) March 16, 2021
Desde un punto de vista gramatical, no hay razones para ofenderse. Barcelona se llama así mismo, ‘Barcelona’. Al agregar el complemento ‘de Guayaquil’, de ninguna manera se lo hace para cambiar el nombre porque funciona, más bien, como un adjetivo, concretamente, un gentilicio. Es como decir ‘el guayaquileño Barcelona’.
Claro, aquí entran en juego los contextos y las sensibilidades, sobre todo las relacionadas con esa eterna polémica que perseguirá a Barcelona SC hasta la eternidad por ser tocayo del FC Barcelona, de Cataluña, uno de los clubes más poderosos del mundo, y de utilizar un escudo similar. Bromas y malos entendidos por eso hay y habrá montones.
Perro error de #GoalNa hablan del Barcelona de España y ponen el del Ecuador. pic.twitter.com/dB8xrzvBId
— Luiggi Chóez F. (@cluiggi) August 4, 2014
De todos modos, es verdad que, fuera de Ecuador, a veces sí es necesario aclarar si se trata de BSC o de FCB, aunque se ha usado indistintamente ‘Barcelona de Ecuador’ y ‘Barcelona de Guayaquil’. Vean:
Fernado Uribe será presentado en las próximas horas como nuevo jugador del Barcelona de Guayaquil pic.twitter.com/7y2jLdQWoa
— Francisco J. Velez (@Pachovelez10) January 8, 2021
Muchos, quizás algo afiebrados por la pasión, creen que en el tuit de LDU (¿no es LDU-Q?=) es una manera vengativa de señalar que Barcelona es algo así como una copia o que se arroga una representacional nacional, cuando hasta el club más pequeño que compite en el exterior también representa al país.
Pero no, es solo un tuit insignificante que ha tenido más repercusión de la necesaria. Como siempre, el que se pica, pierde, exactamente igual a los que se ofenden porque cuatro estrellas no aparecen en algún mensaje.