Sin pérdida de tiempo, ya es hora de trabajar
Sí es un poco fastidioso escuchar que los nuevos alcaldes y prefectos se quejen de lo mal que dejaron sus antecesores las arcas financieras municipales y provinciales.
Se esperaría que sus primeras acciones fueran más bien propositivas, es decir, cómo y cuándo van a empezar a ejecutar sus ofertas de campaña; ¡¡¡pero ya!!!.
Las primeras intervenciones importantes de los prefectos de Pichincha, Paola Pabón; y de Guayas, Carlos Luis Morales, por ejemplo, se centraron en las quejas, acusaciones y en la promesa de que definirán sus prioridades para cumplir con los proyectos en este primer año de gestión.
Pabón estará lista con su plan de trabajo en un mes, dijo esta semana, pues apenas tiene un 4% de recursos para trabajar este año y acarrea deudas millonarias. Morales cerró las oficinas del gobierno local por dos meses, para poner la ‘casa en orden’. Ambas prefecturas no tienen recursos (aseguraron sus autoridades), porque casi todo el presupuesto anual fue comprometido en las administraciones anteriores.
Pabón, Morales y las demás autoridades electas están en todo su derecho de fiscalizar a sus antecesores y hasta es necesario hacerlo, para saber cómo gastaron el dinero y qué calidad de inversión se hizo en los cantones y en las provincias. Es imperativo también que actúe la Contraloría para transparentar la gestión de las autoridades salientes y que lo mismo se haga -en su momento- con los dignatarios que se posesionaron este 14 de mayo.
Ahora, lo más importante es arrancar con los planes. Apenas tienen cuatro años para cumplir con todas las obras que prometieron, que en muchos de los casos fueron montones. Y justamente, hoy se cumple un mes de su posesión, por lo que quienes los elegimos esperamos que se pongan a trabajar en serio.
Sino hay financiamiento, a buscarlo en los organismos internacionales, en la banca estatal o a inventarse formas creativas de trabajo, para materializar los proyectos.