En Atacames no se discute qué es más importante en esta lucha contra el coronavirus: la salud o la economía. Más bien, los esfuerzos están enfocados en ambos campos, al mismo tiempo.
Veamos cómo lo hacen. El contagio se controla, a través de la toma de pruebas, el aislamiento, alimentación a las familias de los contagiados por el tiempo de confinamiento, en la dotación de medicinas y hasta se construyó un centro de covid, solo para pacientes con síntomas moderados.
Se pudiera afirmar -con seguridad- que esta lucha es de casi todos quienes viven en este cantón del sur de Esmeraldas. Sí, porque se han involucrado casi todos. Están los médicos y autoridades del Ministerio de Salud, fundaciones como Raíz Ecuador y su programa Caemba; los fideicomisos Por Todos y Sumar Juntos, la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, sede Esmeraldas, con su laboratorio; el sector hotelero en toda su cadena, la población como vigilante de los casos en sus barrios, y el Municipio, con sus normas y controles.
Esta alianza les ha dado muy buenos resultados: las personas no se contagian y pueden trabajar sin representar un riesgo para el resto. Así ha comenzado la reactivación turística, la principal fuente económica y de empleo en Atacames.
Aunque la actividad no ha despegado fuertemente, los turistas pueden llegar a las playas sin ningún recelo, porque los servidores turísticos están libres del virus, ya que cada uno se toma una prueba PCR.
Atacames ha pasado por tres feriados, desde la reapertura de sus playas (5 de agosto) y en ninguno de ellos se ha registrado un aumento de contagiados o que los visitantes hayan contraído el virus. En el último asueto de noviembre, inclusive, se tomaron pruebas a los turistas, para reforzar el control de la pandemia.
Para conseguir estos resultados cada actor de esta alianza ha puesto voluntad y ha cumplido con su trabajo, con el objetivo de que Atacames que se levante con el turismo y sin el peligro del covid-19.