El sector agrícola al vaivén del manejo político
No es una novedad que el manejo político del sector agrícola es una práctica constante. Pero en estas dos últimas semanas se ha notado mucho más, tanto, que llama la atención.
Veamos. Las voces de respaldo de los agricultores (eso se ha escrito) han estado en la mayoría de los comunicados que ha difundido el Ministerio de Agricultura y Ganadería cuando se fue el anterior titular (Rubén Flores) y también cuando asumió su sucesor, Xavier Lazo Guerrero.
Es entendible, si es que cabe, que se apoye a quien estuvo un año y un poco más, porque algo debe haber hecho en ese poco tiempo. Sin embargo, impresiona que se respalde al recién llegado, al que acaba de sentarse al frente del Ministerio para ver qué hay que hacer. Tal vez se diga que son expresiones espontáneas de simpatía, pero eso es lo menos importante, porque en el sector agropecuario hay muchas cosas que arreglar o poner en orden, ya que poco de lo que se promete o se emprende se concreta. Eso es lo realmente urgente y necesario de atender y difundir.
Seguramente los agricultores están cansados de ver cómo se cambia de ministro a cada rato y que el impulso a la producción del campo siempre se quede a medias.
En los últimos 10 años, los índices de producción se han mantenido bajos (aunque hay excepciones); somos poco competitivos frente a la región; y la tecnología, la investigación y otros incentivos para una mejor producción llegan parcialmente, es decir, no a la mayoría de campesinos.
Las buenas rachas que se ha tenido -en ciertos productos o áreas- han sido por los buenos precios en los mercados internacionales, pero eso no quiere decir que estemos bien. Solo recordemos lo que pasa con los arroceros, plataneros, papicultores, por citar unos ejemplos, que se quejan por los bajos precios o las plagas que dañan sus cosechas. Ojalá que los compromisos y los planes que el nuevo Ministro pretende desarrollar de forma técnica se ejecuten y se acabe este manoseo.