Hay muchos deseos y anhelos para el 2019, pero hay uno en particular y es un pedido para los candidatos a alcaldes y prefectos.
Si resultasen elegidos, que en su plan de trabajo para los siguientes cuatro años incluyan los proyectos e iniciativas positivas, que han dado buenos resultados a las actuales administraciones seccionales.
Que hagan de esos buenos programas una política de desarrollo de las ciudades y provincias; es decir que no empiecen de cero, como lo han hecho siempre todas las autoridades que han llegado a su nuevo cargo.
Y que sus propuestas de campaña sean prácticas y no demagógicas, que no ofrezcan el oro y el moro, cuando ya tienen una parte de la hoja de ruta definida para seguir, mejorar y potenciar el crecimiento urbano, económico y social de los 221 cantones y las 23 provincias que cambiarán de dignidades.
Ejemplos de esas buenas iniciativas hay muchos, sobre todo en las ciudades intermedias y pequeñas. Algunos proyectos se han plasmado, pero necesitan fortalecerse; otros están en ejecución y la mayoría -seguramente- está lista para ir a la licitación, porque a los alcaldes o prefectos ya no les alcanzó el tiempo para entregarlos.
Napo es una de las provincias que creó su marca Napu Marka, tras ocho años de administración del prefecto. Es una marca que promueve el turismo y la economía locales, se posiciona poco a poco y necesita consolidarse. Ahí está un desafío para el nuevo prefecto.
En Santo Domingo hay cinco proyectos de inversión municipal, relacionados con camales regionales, parqueaderos, miniterminales terrestres, turismo, entre otros; la Prefectura tiene listo su plan de puerto terrestre. Todos los planes están por licitarse.
En Orellana, Sucumbíos, Carchi, Imbabura, El Oro, Los Ríos, por mencionar algunas, los planes están encaminados a fortalecer la producción agropecuaria para conseguir productos elaborados. ¿Será demasiado pedir a los candidatos a alcaldes y prefectos que asuman esos retos para el 2019?