Economía de a pie

Los datos no dice nada por sí solos. Deben convertirse en información.

La ‘trampa’ de los contratos a dedo con empresas estatales

El petróleo puede ser una “trampa” para los países que no han sabido manejar sus recursos con transparencia.

La politóloga estadounidense Terry Lynn Karl compara a los estados dependientes del petróleo y con instituciones y políticas débiles con “tarros de miel” que son ‘asaltados’ poractores nacionales o extranjeros, lo cual afecta la salud de la economía. Una de las raíces de ese problema es la falta de transparencia. Ecuador es débil en este aspecto por disposiciones legales que han permitido la entrega “a dedo” de contratos a firmas por el solo hecho de ser “estatales”, como si ese nombre fuera por sí solo un sello de calidad y eficiencia.

En el país las adjudicaciones directas fueron usadas en algunos casos como una patente de corso que abrió la puerta a la corrupción, según revela parte de las investigaciones judiciales que ha realizado el Departamento de Justicia de los Estados Unidos y que dejó en evidencia una década de sobornos en la firma pública Petroecuador.

En Nueva York y Florida, una docena de personas -entre funcionarios de Petroecuador, abogados y empresarios- ha sido acusada por lavado de activos y pago de coimas que suman USD 52,6 millones, según sus propias confesiones a los fiscales de esa nación. De esos casos, al menos, dos tienen una raíz común: la venta de crudo ecuatoriano a empresas asiáticas o de medio oriente de forma directa por ser estatales, pero donde el destino real del crudo eran intermediarios privados como Gunvor o Vitol. Para hacerse del petróleo, pagaron coimas.

El caso más reciente que reveló Estados Unidos fue el de Gunvor. El canadiense Raymond Kohut, exempleado de la firma, confesó a principios de abril que desembolsó USD 22 millones en sobornos a tres funcionarios de Petroecuador, entre 2012 y 2020, para que Gunvor “se quedara” con el petróleo ecuatoriano vendido inicialmente a empresas asiáticas. El precio del crudo favorecía al intermediario e incluía un valor por barril a favor de dos funcionarios que “gestionaron” el contrato.

La adjudicación directa de esos contratos se amparó en las alianzas estratégicas con las firmas estatales. El artículo 36 de la propia Ley de Empresas Públicas permite a las firmas ecuatorianas estatales aliarse con compañías públicas de otros países sin mediar concurso alguno. En el caso del sector petrolero, la intención era que el hidrocarburo llegara directamente a las refinerías en otros países, sin intermediarios, para mejorar las condiciones de precio para el Ecuador, algo que como se ve en el caso de Gunvor no se logró.

El candidato electo Guillermo Lasso ha hablado de estar en contra de prácticas que favorecen la entrega “a dedo” de bienes y servicios a las empresas estatales y se ha mostrado partícipe de inyectar transparencia con licitaciones abiertas. Es necesario que la intención quede plasmada en una revisión al marco jurídico del país, a fin de eliminar toda ventana que permita al Estado la entrega directa de contratos. Más transparencia se traducirá en reducción de costos y mayor beneficio para el Estado.