Colombia confirmó la presencia del Fusarium Raza 4, la versión más agresiva de una plaga que amenaza al sector bananero de toda la región.
La exportación de musáceas (banano y plátano) en Ecuador es el segundo rubro no petrolero de importancia económica para el país, luego del camarón. Hasta junio pasado los envíos de esta fruta sumaron
USD 1445 millones.
En el Ecuador existen alrededor de 268 410 hectáreas de plantaciones de musáceas. De ellas, el 95% se destina para la exportación que abastece a 43 mercados a escala mundial. Mientras tanto, se calcula que en el país 2,5 millones de personas dependen directa e indirectamente de esta actividad económica.
En las décadas de los 50 y 60, la Raza 1 de este hongo provocó la desaparición de miles de hectáreas de la variedad de banano Gros Michel, con un gran impacto económico y social. El aparecimiento de la variedad resistente Cavendish permitió la recuperación de la producción bananera.
Actualmente, la preocupante aparición de la Raza 4 Tropical de este hongo (Foc R4T), que se ha propagado rápidamente en países productores como Australia, China, Taiwán, Filipinas, Malasia
Peninsular, Papúa Nueva Guinea, Jordania, Líbano, Pakistán y Mozambique, constituye una seria amenaza para la producción de musáceas en el Ecuador, puesto que no existe ningún método de control ni tampoco variedades resistentes.
Esta raza es más destructiva, resistente y móvil; puede fácilmente dispersarse a través de material de siembra, suelo, agua, viento, o adherirse a los implementos de siembra, zapatos, ropa y vehículos.
Ecuador desplegó el plan de bioseguridad desde el 3 julio pasado para evitar el ingreso de la plaga. El lado más débil de ese plan está en los pequeños productores, quienes exigen una inmediata capacitación, información y créditos expeditos para extremar todas estas medidas de seguridad.