Economía de a pie

Los datos no dice nada por sí solos. Deben convertirse en información.

Ecuador y FMI, una relación de 6 décadas

La primera vez que el país acudió al FMI fue en 1957 bajo el Gobierno de Camilo Ponce Enríquez.

Desde entonces ha firmado 18 acuerdos Stand-by y 10 cartas de intención, según datos de José Emilio Vásconez, catedrático de la Universidad Internacional.

La última carta se firmó en el 2003, en el gobierno de Lucio Gutiérrez.
El gobierno de Rafael Correa rompió relaciones con el organismo. Liquidó todas sus deudas con el Fondo, al que había cuestionado en duros términos. Un año después suspendió la revisión anual de la economía por parte del FMI, conocida como Artículo IV, lo cual se mantuvo hasta mediados del 2014, cuando Ecuador decidió retornar a los mercados de capitales. Era necesario reabrir las cuentas fiscales al FMI para que los inversionistas tuvieran confianza en una emisión de bonos.

En el 2015 se publicaron los resultados del Artículo IV, pero luego las relaciones se enfriaron otra vez.

El año pasado el Ecuador volvió al Fondo Monetario por ayuda técnica y desde la semana pasada inició diálogos para un posible acuerdo financiero.
Ecuador tiene que escribir una carta de intención y el FMI deberá aceptarla.
La tasa de interés puede ser menor a 3%, por debajo de lo exigido por los mercados de bonos que es casi del 11%.

El monto dependerá del programa. Argentina alcanzó un acuerdo Stand-by extraordinario que incluyó una ayuda de USD 56 000 millones.

Ecuador podría acceder a USD 8 000 millones u 11000 millones bajo un esquema similar, pero las medidas de ajuste deberían ser ejecutadas en un menor plazo y con escenario político complejo. Una segunda opción es un acuerdo de facilidad extendida, con plazos de apoyo más largos (de 4 a 10 años) y que se ajusta más al programa gradual del Gobierno.

Cualquiera sea el acuerdo e incluso sin este, se requiere de acciones que enfrenten el excesivo gasto y endeudamiento.