La economía necesita de acciones decisivas
El Gobierno anunció que entregaría las reformas económicas y laborales hasta ayer. El plazo se cumplió sin ninguna propuesta. El tema tributario frena este envío. El país se comprometió con el FMI a subir los ingresos por impuestos en, al menos, USD1 500 millones en el 2020 y dentro del Gobierno no se ponen de acuerdo en las medidas que permitirán alcanzar ese volumen de recursos.
Un incumplimiento con el Fondo no es una alternativa, ya que supondría el cierre a créditos en el mercado internacional y el Fisco se quedaría sin liquidez para pagar sus cuentas. La toma de decisiones es impostergable. El cálculo político puede recomendar ajustes tibios y progresivos, pero la realidad económica exige acciones decididas.
La monetización o venta de activos estatales que prometía USD 1 000 millones en este año tiene pocos resultados. Esto obligará al Fisco a buscar más recursos para cubrir ese hueco en el presupuesto. Aunque esto se logre, la caja fiscal podría registrar un vacío de USD 3 200 millones en este año.
El escenario para el 2020 es más complejo. El Fisco deberá cubrir otra vez el pago del aporte por el 40% en pensiones al IESS por unos USD 1 200 millones, los cuales no están financiados. Además, tiene el reto de bajar USD 600 millones al gasto en burocracia, que según se probó este año es una tarea bastante difícil. Otras opciones como revisar el impuesto a los consumos especiales o eliminar algunas exenciones dará respiro a la caja fiscal, pero son insuficientes frente a la gran necesidad de recursos. La revisión al subsidio al diésel es otra opción.
Las medidas implicarán necesariamente pérdida de popularidad desde el punto de vista político, pero si no se las toman el costo puede ser mayor. El aplazamiento solo ahondará el problema fiscal que conducirá a tomar medidas más duras a futuro que, a la larga, se convertirán en terreno fértil para la vuelta de gobiernos populistas.
El Gobierno prometió sanear la economía. Es hora de que empiece a hacerlo.