Las rutas para que el Gobierno consiga el financiamiento que requiere para hacer frente a sus obligaciones no están claras.
El Ministerio de Finanzas dejará atrasos por unos USD 1 100 millones, en especial, con el Seguro Social que pasa por una situación financiera complicada y necesita liquidez. Otra parte de los atrasos es con los gobiernos locales.
La renegociación de la deuda que se hizo en el 2020 generó alivios para este año y el Fisco ha logrado reducir los gastos. Aunque bajó los egresos en salarios, el mayor ajuste ha venido por el lado de la inversión, lo cual impacta negativamente en el dinamismo de la economía.
Pero esos sacrificios podrían quedar en nada por la Ley educativa, aprobada el mes pasado. Esa norma eleva el sueldo de maestros desde julio y crea nuevos puestos de trabajo. En total, los nuevos beneficios pueden costar unos USD 3 000 millones, aunque el ministro de Finanzas, Mauricio Pozo, ha señalado que la ley no se puede aplicar por inconstitucional, ya que no define los mecanismos para financiar las medidas.
El Fisco también podría ver disminuida su liquidez por efectos de otra Ley que se aprobó este mes y que dispone que los gobiernos locales retengan el IVA que les corresponde. Con ello, se evitan los atrasos del Gobierno en la devolución de este tributo, que afectaba a las alcaldías, prefecturas y juntas parroquiales, pero el Fisco pierde una herramienta que ha usado para manejar su liquidez. El Ejecutivo aún debe pronunciarse sobre esa iniciativa legal.
Sin embargo, el escenario realmente incierto está en el financiamiento. Los ingresos no son suficientes para cubrir los gastos y el pago de las deudas. Para cubrir ese hueco no hay muchas opciones: bajar más los gastos, subir ingresos o endeudarse. El Ministerio de Economía señala que las necesidades de financiamiento suman USD 8 700 millones en este año. Hasta ayer, 9 de mayo, solo se consiguieron USD 1 100 millones.
Si bien el riesgo país ha bajado (734 puntos hasta el viernes 7 de mayo), los niveles aún no permiten al país salir al mercado para conseguir recursos, pues las tasas de interés aún son altas.
El desembolso del FMI, que se esperaba por USD 400 millones, quedó a la espera del rumbo que tomará el plan con el nuevo Gobierno, que ha anunciado que busca ajustar el programa.
El Fondo señala que el país debería bajar su endeudamiento y subir sus ingresos a través de una reforma tributaria. El multilateral es partícipe de subir el IVA y quitar algunas exenciones tributarias.
El presidente electo, Guillermo Lasso, no cree que las cifras fiscales sean tan pesimistas como parecen y ratificó que no subirá tributos sino que ampliará la base de contribuyentes, buscará que quien más tenga más pague y combatirá la evasión, aunque aún no ha dicho cuánto rendirá una reforma de ese tipo.
El Mandatario, sin embargo, se cuidó de señalar que enviará una reforma el 24 como anteriormente había dicho, dejando abierta una ventana para el diálogo y los acuerdos. Ese es el camino correcto para evitar la tensión y la crisis social como la que vive hoy Colombia.