Llegar a diciembre no será fácil para el país desde el punto de vista presupuestario. Se trata de los meses de mayor gasto para la caja fiscal y los recursos son escasos.
El país necesita unos USD 7 000 millones adicionales para cerrar el año, reflejo de los enormes desequilibrios presupuestarios que aún enfrenta. El gasto más fuerte será en diciembre cuando se deben cancelar salarios (USD 800 millones) y décimos (800 millones) al sector público.
Para cerrar la brecha, el Fisco depende del endeudamiento que pueda conseguir principalmente de dos fuentes: FMI y China.
En primer lugar, la caja fiscal necesita que se concreten USD 2 000 millones del FMI, que se esperan en diciembre próximo.
Los recursos están sujetos al cumplimiento de metas y, de ellas, la más importante es que la Asamblea apruebe una Ley anticorrupción. Esta medida es importante para evitar que sigan siendo los ciudadanos quienes paguen el dinero que se esfuma con la corrupción. Pero la norma está varada en la Asamblea. Tres proyectos se han discutido desde el 2019 y ninguno ha logrado consensos entre Ejecutivo y Legislativo.
No es la única dificultad. Aunque desde marzo se negocian dos créditos con bancos chinos por USD 2 400 millones, no se han concretado. La empresa pública Petroecuador cuestiona los colaterales o garantías de crudo que exige China, porque no se dispondría del volumen de petróleo exigido y porque se tendría que cobrar un precio menor por barril al que obtendría si realizase un concurso público. Finanzas asegura que China ofrece tasas de interés más bajas que las del mercado de capitales, que sin esa liquidez tendría dificultades para cumplir con las metas acordadas con el FMI y que se comprometería el plan económico en su conjunto.
La situación que afronta la caja fiscal es la consecuencia de no poner en orden la casa. Los esfuerzos para reducir el gasto no han sido suficientes. Mientras esto no se corrija, el Fisco seguirá pasando apuros.