Economía de a pie

Los datos no dice nada por sí solos. Deben convertirse en información.

Ahorro y gasto inteligente en el 2020

Las proyecciones económicas no son positivas y eso puede llevar a los hogares a actuar con cautela.

Organismos multilaterales advierten que el 2019 la economía podría registrar recesión y este año prácticamente estancarse. Eso podría traducirse en un deterioro del mercado laboral, con un alza del desempleo.

La incertidumbre afecta la confianza del consumidor, que viene retrocediendo los últimos dos años. En noviembre pasado, el indicador se ubicó en 37,6 puntos, por debajo de los 46 puntos de hace un año previo. La confianza es más baja para los hogares que están en el desempleo y llega a 33 puntos. Eso significa que cada vez menos hogares están dispuestos a gastar.

Un escenario como la actual demanda preservar la liquidez, por lo que si los hogares optan por endeudarse no está mal pensar en plazos mayores. El 2020 también puede marcar una oportunidad para aumentar el ahorro, más cuando el Gobierno inicia un año preelectoral donde puede buscar dejar la casa en orden con nuevas medidas. De hecho, se han anticipado dos: un mayor ajuste al empleo en el sector público y una focalización a los derivados de petróleo.

El ahorro no es una tarea fácil, pero se puede empezar por acumular los fondos de reserva, abrir una cuenta de ahorro programado mensual o invertir las utilidades.

No obstante, se debe considerar que las crisis pueden plantear también oportunidades para hacer gastos inteligentes, por lo que cerrarse al gasto no siempre es la mejor decisión.

Aquellos hogares con mayor liquidez pueden pensar en aumentar su patrimonio con bienes que ganan valor en el tiempo como una casa, un terreno. El sector comercial también arranca el año con promociones, especialmente en compras al contado. Si va a cambiar de auto, el 2020 trae mejores precios gracias al acuerdo con la Unión Europea que ha impulsado más competencia, pero dado que es un bien que no gana valor en el tiempo se debe sopesar gustos frente a necesidades. No comprometa ingresos que no tendrá a futuro.