La pandemia del covid-19 ha desnudado en Ecuador no solo las falencias del sistema de salud -hospitales colapsados, cadáveres perdidos en morgues, corrupción, menosprecio al personal sanitario-, sino también agujeros negros en materia de trabajo y de educación. Y aunque los efectos de la emergencia ahora son palpables en los negocios y economía, el eslabón más frágil son los niños y adolescentes, por el impacto irreversible del vacío de políticas públicas en el futuro del país.
Después de siete meses de pandemia, ¿dónde está la gran estrategia de educación para los estudiantes, principalmente de las escuelas públicas y rurales, que ahora intentan aprender por teléfono o por radio? Señores, a la brecha de la pobreza se suma la del acceso a tecnología; casi dos tercios de los hogares no tienen conexión a Internet, “dejando a muchos niños y niñas, especialmente quienes viven en lugares remotos, sin poder utilizar herramientas de aprendizaje en línea” (Unicef Ecuador, 2020).
¿Dónde está el reglamento del Ministerio de Trabajo para garantizar derechos a madres y padres que son forzados a ir al trabajo presencial, con niños sin ir a las aulas ni a centros de desarrollo infantil? Señores, 56% de mujeres ha asumido la carga de dedicarse personalmente a las actividades escolares de sus niños por la pandemia (Unicef Ecuador, 2020). No, no se trata de abrir las escuelas para sembrar focos de contagio de una enfermedad mortal, sino de que el Estado haga la tarea.
¿El Estado? Sí; reza en la Constitución: “protección integral”, “atención prioritaria”. Señores, en los hogares con niños el desempleo o empleo inadecuado pasará del 68,4% en 2019 al 77,5% a fines del 2020 (Unicef Ecuador) y eso repercutirá directamente en la vida de esos pequeños. La inasistencia a la educación básica y bachillerato aumentará del 14,2% al 21,3%; el trabajo infantil crecerá del 9,7% al 13,4%.
¿Inasistencia a la educación? ¿Trabajo infantil? Sí, deserción escolar, para siempre, un indicador doloroso de retroceso de un país en medio de esa otra pandemia oculta que es la violencia en casa contra los niños.