Derechos Humanos

COLUMNAS DE OPINIÓN. Artículos de derechos humanos publicados originalmente en la página de opinión de la edición impresa de Diario EL COMERCIO.

Dimitri Barreto P.

Periodista desde 1996. Ha cubierto los efectos del conflicto armado colombiano, la corrupción y la violencia en Ecuador. Licenciado en Comunicación, con un diplomado en la UNAM sobre cobertura del crimen organizado. Macroeditor de EL COMERCIO. @ECdimitri

¿Quién gana con una guerra en la frontera?

La tasa en Ecuador es de 5,7 homicidios por cada 100 000 habitantes, pero en poblaciones como Río Verde y San Lorenzo, en la provincia de Esmeraldas, llega a 30 y 21 crímenes por año. Esos datos descarnados, sin embargo, no reflejan un drama mayor: Esmeraldas es la provincia con mayores tasas de subempleo (20%) y analfabetismo en el país (15,28%).

No, Esmeraldas no es un polvorín; es un territorio relegado en materia de desarrollo por la desidia histórica de sociedad y gobernantes todos. Al calor de los últimos bombazos, secuestros y asesinatos en la frontera es ineludible tomar medidas de paz.

Más de 150 000 jóvenes de 15 a 24 años viven en Esmeraldas, Carchi y Sucumbíos, las tres provincias fronterizas con Colombia, una zona con décadas de injerencia de grupos armados colombianos. ¿Qué oportunidades les ofrece este país? Los cultivos de hoja de coca, para producir cocaína, aumentan en Nariño, frente a Esmeraldas y Carchi, y en el Putumayo, frente a Sucumbíos.

Apenas el 4,6% de 843 745 empresas de Ecuador está en la frontera, donde hay más de un millón de personas. En ese escenario, ¿las tanquetas, aeronaves, balas y satélites de las fuerzas armadas legales traerán paz? ¿Y la educación de calidad, la infraestructura productiva y la confianza en la población?

Sí, el primer desafío del Estado, sector productivo, periodistas... es ganarse la confianza de los habitantes de la frontera, de Palma Real a Mataje; de Tobar Donoso a Puerto Nuevo. Erradicar los criterios que estigmatizan a esas poblaciones es inaplazable.

Señores, en una zona de conflicto siempre la primera víctima es la población civil. La siguiente, es la verdad. La tarea de la prensa es llegar hasta esas poblaciones para contar sus historias y desarmar versiones de escritorio.

¿Versiones de escritorio? Sí, esas que olvidan que el de las drogas es un problema de salud pública. O esas que parece pasan por alto que los actores armados y carteles se plantan en esa tierra fértil que son la pobreza, abandono, corrupción y estigma, endosables a todos.