La significación del 12 de octubre para los pueblos indígenas de América en medio de la exclusión, latente, y el aniversario de aquel día de violencia inusitada en Quito en el contexto del paro nacional del 2019 no son asuntos para minimizar. La Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) recurrió a la institucionalidad, a la Fiscalía, para demandar que se investiguen excesos de agentes del Estado en el paro.
Mas lo ocurrido en un monumento ha puesto tal ruido sobre su voz que nunca como antes existe el riesgo de una confrontación social, que tanto autoridades políticas como dirigencia social no pueden ignorar.
¡Que solo es un monumento, que no nos representa, que…! ¡Que no es solo un monumento, que el patrimonio público, que nos cuesta a…! ¿Confrontación social? No es la primera vez que la estatua de Isabel La Católica (la reina detrás de la cruzada de Colón) termina cubierta con pintura roja, tampoco la primera protesta en la av. 12 de Octubre. Esta vez coincidieron policías antimotines -precisamente a quienes se pide investigar- y dirigentes indígenas -los líderes del paro de octubre-, y colectivos, en el lugar.
Señores, por un monumento, pretender formar escuadrones racistas en Quito y utilizar la categoría “indígena” como símil de delincuencia es grave, delitos. Hubo piedras, palos, gasolina, pintura, cuerdas para tumbar una efigie, golpes, bombas lacrimógenas. Pero, ¿sentenciar a un grupo humano?, ¿armarse?, ¿odiar?
¿Y el Estado “intercultural”? ¿Intercultural? Sí; donde se encuentran seres humanos de diferentes culturas para dialogar y cuestionar las relaciones de desigualdad. Ecuador es un Estado intercultural (artículo 1 de la Constitución) para el ejercicio de derechos, educación, salud, participación… ¿Letra muerta?
Señores, dejen de polarizar. Ni enarbolar lanzas contra ‘los muy blanquitos’ ni escuadrones de ‘autodefensas’ con silencios cómplices. Reconocer el abandono a los pueblos indígenas es vital; construir una sociedad que se escucha, inaplazable; extirpar el racismo y el etnocentrismo, urgente. Claro, con una institucionalidad que no sea tolerante a la impunidad.