Acababa de sumar la tercera estrella a su charretera de flecos dorados en la escuela militar de Parcayacu, frente al Presidente de Ecuador, la Presidenta de la Asamblea, la Presidenta de la Judicatura, la Fiscal General… Entonces, el más alto oficial del Ejército pidió al Estado: “Necesitamos contar con el respaldo legal para el personal militar” para “evitar se repitan acusaciones de lesa humanidad por actuar con firmeza contra la subversión, o procesos judiciales como el del 30-S o los ocurridos en la zona de seguridad de frontera”.
El avión no había terminado de detenerse cuando una bandera de Ecuador apareció por la ventanilla del piloto. Una mujer la portaba, aferrada a ese pedazo de tela en la ventisca, luego de un agotador viaje desde Tokio. Fue el arribo a Quito de Neisi Dajomes, simbólico hasta las lágrimas, como cada paso desde su nacimiento en Pastaza; ahora flamante campeona olímpica de los 76 kg halterofilia; portadora de 13 medallas en torneos internacionales como tricolor, mujer, amazónica, afrodescendiente; una guerrera que perdió a su madre, refugiada del conflicto armado colombiano.
La mujer suplica con las manos pegadas: “Por favor, en máxima está; señores militares, por favor, ayúdenme”. Han transcurrido menos de 10 horas desde que las autoridades confirmaran las muertes de 14 prisioneros en la cárcel de Cotopaxi, y las familias llegan hasta las cercanías del presidio, entre el pánico, el desconcierto y la ausencia de respuestas para conocer si el Estado ha sido capaz de proteger la vida de sus presos en Ecuador.
El llanto repentino, la irritabilidad sorpresiva, la falta de apetito, el cambio de actitud con familiares o amigos…
A los 8 años mi mamá me dijo que vaya a dar de comer a las gallinas. En ese momento llegó mi padrastro. Yo lloraba y le decía que quería irme, pero me desvistió y él me violó. Empezó a seguir violándome y yo solo pensaba en morirme. Cuando tenía 12 años solo supe que estaba embarazada. Mi padrastro decidió sacarnos de la escuela. Me llevaron al centro de salud, las doctoras me insultaban, me decían ‘¡que para qué he abierto las piernas!’.
Las disculpas de los periodistas por los errores en el segmento de TV dedicado a Leonidas Iza se resalta, forma parte de la necesaria autocrítica en este oficio. Lo lacerante para el país es la mecha de discriminación y odio en medio de otro problema de fondo: la negligencia del Estado para ofrecer Justicia. ¿Y el papel de la prensa frente a la violación de derechos humanos? No puede ser la vulneración de más derechos.
El microtráfico de drogas tiene dos puntos fundamentales: la oferta le corresponde 100% a la Policía, ha dicho la Comandante de esa institución en Ecuador.
Los ponchos brillan azules, lilas, fucsias… y son sombras cuando se desvanece el haz de neblineros. Antes de la medianoche, mujeres y hombres de comunidades de la Sierra de Ecuador caminan por el borde del asfalto, entre el talud de césped bien podado y vehículos veloces, el conector vial que conduce al aeropuerto internacional Mariscal Sucre, hacia un doloroso ritual: la despedida de sus migrantes.
Constitución de Ecuador: “Los territorios de los pueblos en aislamiento voluntario son de posesión ancestral irreductible e intangible, y en ellos estará vedada todo tipo de actividad extractiva”.
Una de cada cuatro niñas y niños menores de 5 años sufre desnutrición crónica; la situación es más grave para la niñez indígena: uno de cada dos menores la padece y cuatro de cada 10 presentan anemia. El indicador ha sido expuesto por Unicef, que ha desvelado un grave impacto de la pandemia covid-19 en los más vulnerables: al menos 90 000 niñas y niños han abandonado la escuela en Ecuador.
Guillermo Lasso evocó el legado democrático de Jaime Roldós Aguilera y habló de igualdad de género. Bajo el mural de Guayasamín se refirió ocho veces los derechos de las mujeres en su discurso de posesión como presidente de Ecuador, el 24 de mayo del 2021, en el Parlamento.
Vacunar contra el covid-19 a la población; potenciar el sistema de salud pública; garantizar educación de calidad sin perder de vista los graves vacíos a causa de la pandemia; acabar con la desnutrición; generar empleo estable son tareas tan urgentes para el Presidente que asumirá funciones el 24 de mayo como combatir a la inseguridad en Ecuador.
Ecuador, 2021. El mensaje en video con decenas de “hombres y mujeres de negro” de la Policía Antimotines de Ecuador dirigido al Escuadrón Móvil Antidisturbios de la Policía de Colombia (Esmad) rememora el informe suscrito en 2016 por el Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas y los días grises del paro nacional de octubre del 2019.
Las imágenes de Sara y Sofía, los ojos castaños, la sonrisa cálida, la figura frágil, se proyectaron en la plataforma de Interpol junto a 59 niñas, niños y adolescentes de Ecuador desaparecidos con notificación amarilla. Este abril, esa alerta rescató más allá de las fronteras a las dos hermanas, un caso que despertó empatía ciudadana, pero desnudó el odio de quienes pasan por alto al Estado: ¿por qué dan prioridad a unas extranjeras?.
Los derechos no son una dádiva y la forma cómo el Estado debe garantizarlos ha generado debate ciudadano en el proceso electoral que acaba de llevar a Guillermo Lasso al Palacio de Carondelet. El Presidente electo ha anunciado que garantizará la libre prensa al derogar (sustituir más bien) la Ley de Comunicación. Ha ofrecido igual analizar la posibilidad de crear una Secretaría o Ministerio de la Mujer.
Es inverosímil. Las autoridades de Gobierno imponen restricciones para evitar el encuentro de personas en el espacio público -parques- y privado -familia- por la gravedad de la pandemia. A la vez, el Estado expone a adultos mayores en su ignoto plan de vacunación y, a todos, en las urnas.
Cada anochecer, sombras avanzan en hilera por el borde del asfalto que conduce a la terminal internacional del aeropuerto de Quito. Son familias, llegan desde comunidades indígenas de la serranía de Ecuador, para despedir a viajeros, en una ruta que incluye pasaje de avión sin retorno hasta una escala en Latinoamérica y travesía por tierra hasta la frontera de EE.UU. La migración no ha cesado desde Ecuador.
El equipo debía reportarse al iniciar la tarde, con las fotos de Mataje hechas por Paúl Rivas y la crónica de Javier Ortega, material que se publicaría en el impreso de EL COMERCIO la mañana siguiente. Aquel 26 de marzo del 2018 fue un día gris para el periodismo ecuatoriano, se silenció para siempre a profesionales que sabían de rigor y de humanidad.
El viernes 22 de enero del 2021 el Presidente madrugaba a Twitter por el Plan de Vacunación contra el covid-19 en Ecuador. No permitiré, bajo ningún pretexto, cambios de último momento de beneficiarios, escribía Lenín Moreno. El país despertaba perplejo por la aplicación irregular de vacunas en un hospital de Quito. Horas antes había aterrizado en el país el primer lote de fármacos, apenas 8 000 dosis.
En Ecuador una mujer es asesinada cada 72 horas por feminicidas (parejas, ex parejas) que se asumen dueños de sus cuerpos; seis niñas violadas se convierten en madres cada día; 300 auxilios por violencia intrafamiliar se reportan al día... Pero para un sector de la sociedad lo escandaloso son las mujeres ‘encapuchadas’ con senos desnudos en la marcha por el 8 de marzo en Quito.