Un policía pagará con cárcel la muerte de George Floyd
El veredicto de culpabilidad de un jurado, que pesa sobre el ex policía Derek Chauvin por el asesinato de George Floyd, marcará un antes y un después en la larga lucha por los derechos y libertades.
La tragedia es que en la misma semana en que el jurado se pronunciaba, otros episodios de violencia policiaca con muerte se conocían en Estados Unidos. El racismo seguirá por mucho tiempo siendo una lacra brutal.
El Presidente Joseph Biden exaltó el veredicto y reafirmó el envío de una ley al Congreso para regular el uso de la fuerza que ostentan los policías. Muchas veces se ha demostrado su desproporción.
Pero no cabe perder de vista que sentencias como esta provocan ese conocido espíritu de cuerpo y malestar en las filas policiales.
El 25 de mayo del año 2020 cuatro agentes interceptaron a George Floyd. Lo sometieron y lo ahogaron, durante ocho minutos Floyd se fue apagando. El acto cruel quedó registrado y dio la vuelta al mundo por las redes sociales. El policía que aplicó su rodilla en el cuello de Floyd fue hallado culpable y aguarda sentencia en junio.
Los policías detuvieron a Floyd por haber intentado pagar con un billete falso. La muerte horripilante desató una ola de protestas no solamente en Mineápolis, ciudad donde murió Floyd, sino en otras ciudades de los Estados Unidos con manifestaciones violentas y marchas en varios países del mundo….
Estados Unidos presenta una larga lucha por los derechos y contra el racismo. Cabe recordar que una Guerra Civil con miles de muertos trazó el mapa para dar finalización a la esclavitud en el siglo XIX. Pero el racismo continuó.
Martin Luther King, mártir de los derechos civiles fue inmolado por su pensamiento libertario y el racismo se atenuó pero no desapareció.
Se avanzó con la elección de Barack Obama como Presidente y de Kamala Harris como vicepresidenta, ambos con ancestro a africanos. Pero la lucha social y por los derechos es larga y no tan fácil. Mientras los derechos de los afrodescendientes y latinos se proclaman hay grupos supremacistas blancos alentados por políticos, como dolorosamente sucedió en la última campaña presidencial.
Frente a las proclamas y virtudes de una sociedad que quiere vivir en libertad, conviven soterradamente o explícitamente otras corrientes que muestran las costuras. El mundo libre a veces no parece tan libre ni justo tampoco.