Análisis internacional

La columna se enfoca en alguno de los más importantes temas de la semana de impacto mundial y latinoamericano. Aspectos políticos y de coyuntura con fuentes de medios internacionales acreditadas. Otros artículos del autor: http://bit.ly/GnzloRuiz

Gonzalo Ruiz Álvarez

Gonzalo Ruiz Álvarez es Subdirector Adjunto de este Diario desde 2008. Ha sido articulista de opinión en EL COMERCIO desde 1991. Dirige el espacio de opinión matutino en Radio Quito y Platinum FM. Ha trabajado en radio y TV desde 1978.

Perú: El empate técnico entre Castillo y Fujimori. Todos en vilo.

Este domingo 6 de junio el voto de los peruanos en las urnas rompe el celofán de la incertidumbre y define el futuro del país andino.

La instancia a la que han llegado ambos candidatos finalistas es un empate técnico, de acuerdo a las más importantes encuestadoras que operan en Perú.

Si Datum y CPI dan un magro punto a Keiko Sofía Fujimori, Ipsos entrega a Castillo 2,2 puntos. Todos los datos se encuentran dentro del margen de error estadístico, por lo cual no se puede predecir el resultado. El pueblo decide.

Esta tragicomedia de la política peruana, por lo demás no tan distinta a la de países vecinos, cierra un episodio que tuvo en primera vuelta electoral hasta 18 candidatos presidenciales.

La política ha tocado fondo entre lo factual y la degradación moral que se expresó en grado sumo con los escándalos de coimas millonarias y corrupción propiciadas por la gigante constructora Odebrecht, que embarró a varios ex presidentes. Desde el suicidio de Alan García, pasando por la declaración de vacancia a Pedro Pablo Kuczynski, y los señalamientos a Ollanta Humala y Alejandro Toledo, la clase política contemporánea se ha cubierto de oprobio.

La debacle del sistema de partidos empezó paralelamente en Perú y Venezuela. Los partidos tradicionales hicieron crisis y surgieron las figuras populares -muchas populistas-, las siglas y los slogans sustituyeron a los lemas ideales y hasta la legisladora porno Ciciolina en Italia fue imitada por la Ciciolina chola.

Así, sucumbieron los partidos tradicionales y se fortalecieron las empresas electoreras. En Argentina, con cada nueva versión reencauchada del peronismo; en Perú, con el fujimorismo de Cambio 90, Nueva Mayoría y ahora Fuerza Popular de la hija del ex presidente y dictador, Keiko Sofía. Ella es acusada de lavado de activos, y enrostra a Pedro Castillo aludiendo su presunta cercanía a los ‘terrucos’(terroristas, la guerrilla de Sendero Luminoso que bañó de sangre el Perú) y al chavismo.

Castillo es un profesor de escuela, mal orador, una constante en la política continental. Basta escuchar algunas alocuciones en nuestra Asamblea y lo deplorable que fueron algunos discursos en la sesión del Consejo Metropolitano para destronar al Alcalde de Quito.

Muchos se preguntan si la poca elocuencia y retórica fallida de Castillo sería similar en cada clase, ¿ cómo habrán aprendido y qué, los alumnos a su cargo? Y surge otra pregunta: ¿ Se puede convencer y hasta ganar elecciones así? Tal parece, a juzgar por los sondeos. Tiene un aserto: ‘No más pobres en un país rico’ y lleva razón. Vale la pena mirar y escuchar el debate presidencial del pasado domingo: la conclusión es obvia, el nivel fue triste: las cosas están mal.

Mario Vargas Llosa, derrotado por Alberto Fujimori y duro contradictor, ahora pide votar por Keiko frente a la amenaza de Castillo. Keiko no es ninguna perita en dulce, y tampoco es Isócrates. ¿Será el mal menor? Otra grieta que está en la palestra es la del Perú profundo del campo contra Lima, la mega ciudad que alberga a la tercera parte de los peruanos. Es lo que hay. Perú y su destino.