Triste papel de Zapatero, de presidente a RR.PP.
José Rodríguez Zapatero, ex presidente del Gobierno español, se dedica a una ingrata tarea. Adhiere su figura a causas fallidas, truculentas y de poco éxito.
Rodríguez Zapatero fue el segundo presidente del Partido Socialista Obrero Español, PSOE, desde la transición, luego del fin del Régimen del general Francisco Franco.
Cierto es que sus antecesores como Felipe González –del PSOE- y José María Aznar –del Partido Popular- pasean por el mundo dando conferencias y acaso en algún cabildeo de alto coturno. Es obvio que Mariano Rajoy (PP) no lo puede hacer, aunque salvó a España de la debacle económica terminó sumido en denuncias de corrupción.
Zapatero no se detiene en dar explicaciones a los oscuros pactos a los que accedió su coideario Pedro Sánchez para formar gobierno con el populismo de izquierda de Podemos y con los nacionalistas que quieren reventar la unidad de España.
Aunque no se si los ex presidentes del Gobierno español gocen de una pensión vitalicia, los periplos de Zapatero allá donde le llaman y donde aparece como amable componedor ofreciendo sus buenos oficios deben tener un costo.
En todo caso su balanza inclinada a favor de Nicolás Maduro para ser uno de los cómplices de los oscuros resultados electorales, se cargaron totalmente su credibilidad, si todavía la tenía. De allí que cualquier oferta de mediación en el conflicto entre Gobierno y oposición en Venezuela haya sido desechada.
Esta semana aparece Zapatero en México. Leyendo Diario El País, en su versión digital, nos enteramos que los elogios al gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) fueron pródigos en su alocución.
La ‘conferencia’ respondía a la formación de una llamada Asociación Nacional de Legisladores, que el diario atribuye a otro brazo de Morena, la agrupación que llevó a AMLO al poder.
Ellos comparan a AMLO con Benito Juárez, Francisco Madero y Lázaro Cárdenas. La arrogancia del mesianismo es contagiosa.