La mosca. El insecto que se posó por varios minutos sobre la blanca cabeza del vicepresidente Mike Pence, se llevó los retuiteos y algún titular.
Cuando al cabo de hora y media el tenso intercambio de palabras entre los candidatos vicepresidenciales de los partidos Demócrata y Republicano terminaba, la bendita( o maldita ) mosca se llevó las palmas.
La atmósfera del encuentro fue notoriamente distinta a la agria confrontación de Donald Trump y Joe Biden, en su primer debate -el pactado como segundo se halla definitivamente suspendido- aún así el Vicepresidente no se contuvo e interrumpió muchas veces a la senadora Kamala Harris.
Los ejes del debate se centraron en los desaciertos y bastonazos de ciego de la administración Trump por el coronavirus, que ya deja más de 200 000 muertos.
Harris acusó al gobernante de haberse guardado la noticia y la gravedad de la pandemia, de minimizar sus riesgos y le responsablizó por sus graves consecuencias.
La senadora dijo que si la vacuna se la recomienda el Dr. Fauci, el secretario de Salud gubernamental, la tomaría. Si el que la recomienda es Trump, no lo hará. Clarito.
Pence dijo haber hecho lo correcto. Cuestionó los señalamientos de Harris.
La otra situación que saltó a las pantallas fue aquella de las muertes de ciudadanos negros en manos de policías. Kamala fustigó otra vez al régimen por no condenar categóricamente la acción de los supremacistas blancos (ver el debate presidencial de Trump y Biden)y Pence defendió la acción del Estado, especialmente por el orden la represión a la violencia que desataron esas muertes. Es increíble que en el país de libertades y derechos humanos, la discriminación no se supere.
Al final del debate la cadena Telemundo dio como ganador a Pence con 57% contra 43% de Harris. CNN, en otra encuesta, mostró como vencedora a Harris con 59 contra 38% de Pence. Pero el sondeo popular se decantó mayoritariamente por la mosca. En las encuestas presidenciales Biden tiene todas las de ganar.