Existen protocolos que se deben cuidar cuando se tienen visitas en época de coronavirus. Foto: Flickr
Desde que el nuevo coronavirus está presente en la humanidad, la limpieza y desinfección profunda se han convertido en aliadas para evitar los contagios.
Las manijas de las puertas, los baños, pisos, paredes y mesas son objetos de constante limpieza. Sin embargo, hay productos específicos y procesos a seguir para que la desinfección sea efectiva.
Con el feriado que se aproxima, por el Día de los Difuntos y la Independencia de Cuenca, se abre la posibilidad de recibir visitas en casa, aunque no es lo recomendable. Es conveniente que a la vivienda ingresen solo las personas del círculo familiar cercano y evitar el contacto con otras ajenas a este.
Bajo esa idea, es conveniente realizar una limpieza y desinfección antes y después de recibir un invitado, sobre todo en áreas como recibidor, baño social y sala.
La Agencia de Protección Ambiental (EPA, por su sigla en inglés) generó una lista de productos que son eficaces para eliminar el coronavirus, así como otros virus y bacterias.
Como el SARS-CoV-2 es nuevo, aún no hay un producto específico diseñado para eliminarlo, sin embargo, el jabón y el alcohol son dos de los más eficaces y de fácil uso y alcance. También está el cloro y el amonio cuaternario. La mayoría tienen un efecto desengrasante, lo que permite romper la capa lipídica del virus y desactivarlo.
Leer las etiquetas antes de adquirir un producto
Rosa Morales, profesional en bioquímica y farmacéutica, y subdecana de la Facultad de Ingeniería e Industrias de la Universidad UTE, explica que hay que partir por conocer si en el grupo familiar hay un integrante que tenga una sensibilidad a alguna sustancia, alergias o problemas respiratorios, antes de emplear los químicos para la desinfección.
Al comprar un producto, se debe asegurar que tenga la etiqueta adecuada con las indicaciones de uso, cuidados y protección que se requiere para aplicar la sustancia. Debe contener la información respecto al tiempo que se debe dejar actuar y la dosis requerida para la disolución, en caso de que sean sustancias en estado puro.
Ello también permitirá conocer cuáles son sus efectos, sustancias activas y en qué superficies y áreas se puede aplicar y en cuáles no. Por ejemplo, el jabón es uno de los más utilizados y efectivos con el que se puede limpiar pisos, inodoros, paredes, mesas, encimeras y más.
El alcohol es ideal para casi cualquier superficie. Se recomienda que sea al 70%. Para desinfectar, se puede usar un atomizador y dejar secar al aire o secar el exceso con papel y desechar las toallas. Si se quiere sanitizar el dormitorio o sala, se rocía el producto y, luego de unos minutos, se abren ventanas o puertas para ventilar. Hay que tomar en cuenta que el producto es inflamable, por lo que no debe haber contacto con el fuego.
Otros productos caseros como el vinagre y bicarbonato también son recomendados porque son desengrasantes, añade Morales. Se puede aplicar en grifería de baño o cocina.
En la lista también está el cloro que para utilizarlo se diluye en agua. Lo recomendable es una parte de hipoclorito de sodio y 10 de agua. Con esa solución se desinfectan lavabos, inodoros, mesones y azulejos de paredes y pisos. No se recomienda en muebles de madera porque puede afectar el acabado, tampoco en sillones o textiles teñidos.
Respetar el tiempo para que actúe el producto y sea efectivo
Antes de aplicar un desinfectante, se debe limpiar con agua y jabón la superficie y luego enjaguar. Después, se coloca el producto para la desinfección y se deja actuar según indique la etiqueta. Cada sustancia tiene su tiempo, que puede ser entre cinco a diez minutos. Este periodo es fundamental para que haga efecto y elimine cualquier virus y bacteria. Tras este tiempo, se puede retirar el exceso con un paño y volver a utilizar la superficie.
Nunca mezcle sustancias con la idea de potenciarlas
La especialista enfatiza en que nunca se deben mezclar los químicos pues esta operación genera gases y reacciones que resultan tóxicas. Por ejemplo, el cloro combinado con el amonio cuaternario genera gases nocivos como el dióxido de nitrógeno o dióxido de carbono.
Tampoco se debe mezclar el cloro con alcohol porque da paso a una sustancia conocida como cloroformo, que afecta, por ejemplo, al sistema nervioso.
El vinagre y el agua oxigenada no deben ir juntos. Se puede generar un ácido peroxiacético, muy irritante para las vías respiratorios y ojos.