La sala del Museo Nacional de Arte Antiguo de Lisboa era una de las más visitadas antes del virus. Foto: EFE
Con aforos reducidos y desinfección constante, Portugal se concentró en la segunda fase de su plan de desescalada y -junto con terrazas, tiendas y gimnasios- abrió sus espacios culturales, algunos con el atractivo de la entrada gratis durante un mes.
Aunque el país cuenta ahora las muertes diarias por covid-19 con los dedos de una mano, no olvida que apenas hace dos meses llegaba a superar las 300 víctimas por día, una huella profunda para una sociedad que suma 16 904 fallecidos desde que se inició la pandemia.
Recuperar “la confianza de los ciudadanos” es primordial para los museos, indicó el Patrimonio Cultural de Portugal, que insiste en que los museos son espacios “seguros”: rediseñaron sus circuitos para mantener la distancia, los accesos están controlados y se puso en marcha un nuevo sistema de compra de entradas ‘on-line’.
Ya dentro de las instalaciones se insiste en el uso permanente de la mascarilla. Adultos, niños y jóvenes están obligados a utilizarla durante todo el recorrido. De acuerdo con los expertos, esa medida de bioseguridad, junto al lavado de manos, es vital para reducir el riesgo de contagio por el nuevo coronavirus. Algunos museos optaron también por la desinfección de calzado, al inicio de la visita.
En busca de la confianza perdida
En las calles de Lisboa reina un silencio atípico por la ausencia de turistas. Las visitas a la treintena de museos y palacios nacionales que alberga la ciudad del Tajo también se desplomaron. En el 2019 recibieron casi 5 millones de visitantes de todas partes del mundo; un año después, apenas superaron los 1,3 millones.
El objetivo ahora es recuperar el tiempo perdido. Los museos son sanitariamente seguros. La gente tiene mascarilla y no hay ningún problema”, explicó Elisabeta Caramelo, directora de comunicación de la Fundación Gulbenkian.
Este museo recibía antes de la pandemia cerca de medio millón de visitantes anuales, el 90% extranjeros que paseaban por su exposición permanente. En la misma línea coincide Joaquim Oliveira Caetano, director del Museo Nacional de Arte Antiguo (MNAA), que recibía, de media, a 200 000 personas todos los años.
Se hace todo: limpieza, desinfección. Los espacios son muy amplios y hay desinfectante por todas partes. Los museos son efectivamente lugares muy seguros para los visitantes”.
Con él coinciden decenas de artistas que, como todos, anhelan el regreso de la normalidad.
Nuevos atractivos
A pesar de eso, los centros culturales buscan nuevos atractivos para atraer la atención de los amantes de la cultura. Cuando en enero Portugal regresó al confinamiento, los museos cerraron sus puertas, pero se mantuvieron “en plena actividad” interna, trabajando en tareas de restauración, conservación y programación, apuntan fuentes de Patrimonio Cultural.
El trabajo a puerta cerrada se tradujo en diferentes exposiciones que se exhibirán durante este mes.
La primera, ‘Idolos’, una coproducción con España que fue inaugurada el pasado viernes en el Museo Nacional de Arqueología por el ministro de cultura español, José Manuel Rodríguez Uribes, y por su homóloga portuguesa, Graça Fonseca.
Entrada gratuita durante un mes
Los estrenos se sucederán en las próximas semanas para atraer a turistas y a portugueses, como el que prepara la Gulbenkian sobre mujeres artistas amparada en la Presidencia Portuguesa de la UE.
Como incentivo, además, una larga lista de museos y recintos culturales de Lisboa tendrán entrada gratuita durante un mes y las entidades preparan jornadas de fiesta, terrazas y actividades ‘on-line’. Lisboa era una de las principales ciudades turísticas del mundo y ha sido de las que más ha sufrido con esta dificultad de los viajes”, se lamentó Caetano, que confía en que la reapertura anime a los portugueses a volver a los museos.
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