Opciones ‘zero waste’ para los perros y gatos

Patricia Novillo fabrica Catuzsand. Se trata de una arena que es libre de químicos. Foto: cortesía

Patricia Novillo fabrica Catuzsand. Se trata de una arena que es libre de químicos. Foto: cortesía

Patricia Novillo fabrica Catuzsand. Se trata de una arena que es libre de químicos. Foto: cortesía

Bolsas biodegradables, juguetes de plástico reciclado y letrinas especialmente fabricadas para perros son algunos de los productos que ayudan a las mascotas y a sus dueños a tener prácticas más amigables con el ambiente. El estilo de vida ‘zero waste’ o basura cero poco a poco va ganando espacio en el país y ahora incluye a los animales de compañía.

Ruth Salvador, especialista en sostenibilidad, explica que existen varias alternativas para que las personas puedan ser más responsables con el ambiente, mientras cuidan de su perro o gato. Para recoger el excremento, por ejemplo, se puede optar por fundas biodegradables o hacer compostaje.

Con la idea de contribuir con la reducción de basura, Juan Alberto Jauregui creó Biocrap. Este es un pozo séptico o letrina para mascotas que se instala en los hogares.

El proceso consiste en realizar un hueco de 2 m de profundidad por 30 cm de diámetro en el jardín. Allí se puede depositar el excremento de las mascotas y, gracias a unas encimas que se entregan al propietario, toda la materia orgánica o los desechos se descomponen con facilidad.

Para asegurarse de que el sistema no emita olores, Jauregui y su hermano llevaron a cabo varias pruebas durante un año. El producto cuenta con una tapa diseñada para que las personas no tengan que agacharse o se ensucien en el proceso. El sistema dura alrededor de dos años. Si se llena, se puede adaptar otro espacio.

En el caso de que no tenga un jardín o un sitio para instalarlo en su hogar, las bolsas biodegradables son una alternativa. María José Ramos, encargada de la distribución de Compostpack en Ecuador, ofrece fundas fabricadas con almidón de maíz. Al tener contacto con la tierra, el agua y el sol, estas se degradan fácilmente. Por lo general, el proceso toma entre tres y seis meses.

Estas bolsas son ideales para los paseos al parque o las caminatas diarias. Ramos explica que si no tiene un basurero cerca, puede enterrarlas y se convertirán en abono. En el mercado existen otras opciones como fundas compostables realizadas con bagazo de caña y recogedores biodegradables.

Para los gatos también hay alternativas zero waste’. Patricia Novillo, jefa de Producto de Catuzsand, empezó a comercializar una arena libre de químicos, elaborada a base de arcillas y minerales. En un inicio, la ofrecía al granel y cuando empezó la pandemia le puso un nombre a su emprendimiento.

Normalmente, cada 15 o 20 días se renueva la arena de los gatos, se la mete en una funda y termina en la basura. En este caso, dice Novillo, una vez que no tenga excretas, se la puede mezclar con la tierra y colocar en el jardín. El empaque está fabricado con papel kraft reciclado y puede ser compostado. Este emprendimiento, cuenta, es parte del estilo de vida cero residuos que practica junto con su familia.

Para la diversión de perros y gatos también hay opciones amigables con el ambiente. Juan Sebastián Espín, fundador de Alkupets, elabora juguetes con material reciclado. El proceso de fabricación consiste en transformar las botellas en hilo de plástico pet. Este último se teje con algodón y finalmente se obtiene la tela. Hasta el momento ha evitado que 140 000 botellas de plástico terminen en la basura.

Salvador recomienda otras prácticas ‘zero waste’ sencillas como retapizar la cama de la mascota, en lugar de comprar una nueva.

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