Telegram, WhatsApp y Signal incluyen una función para proteger las conversaciones. Foto: Reuters
La polémica de WhatsApp sobre compartir datos de uso de la ‘app’ con Facebook ha inquietado a más de un usuario. No obstante, en la actualidad no existe una ‘app’ 100% segura y privada en el mercado digital, debido a cuestiones como los virus y los términos y condiciones de las empresas desarrolladores de software.
Antonio Jiménez, experto en ciberseguridad, dice que si bien WhatsApp tiene cifrado de extremo a extremo, el anuncio de que compartirá datos de sus usuarios con su matriz Facebook le quita atractivo a esta virtud.
El especialista explica que la medida no afecta a la privacidad de los mensajes, pero sí compromete la reserva de los datos de estos. Los usuarios emplean esta aplicación porque quieren mantener determinados contactos o que su perfil sea conocido por algunos de ellos.
Jiménez considera que compartir información de una aplicación con otra es inapropiado. Por otro lado, el técnico recuerda que Facebook es también propietario de las plataformas Instagram y Messenger, que tienen otros parámetros y público objetivo. Nada raro sería que los datos celosamente guardados y pensados por un usuario para un uso de comunicación determinado terminen en estas plataformas.
El diario francés Le Fígaro resalta que, por este tipo de consideraciones, la Comisión Europea instó a sus altos funcionarios en Bruselas a evitar el uso de WhatsApp para contactarse por motivos de trabajo y les recomendó utilizar Signal.
Esta es una de las plataformas de mensajería que aparece como alternativa la ‘app’ de Facebook. Otra es Telegram. Las tres plataformas tienen niveles distintos de datos recopilados.
WhatsApp posee una gran cantidad de metadatos. Recoge información de cualquier mensaje que enviamos para saber características de los usuarios. Los datos que obtiene son, entre otros elementos, marca del teléfono, hora del mensaje y ubicación del usuario.
WhatsApp tiene un código de programación cerrado, por lo que hay poca transparencia sobre lo que recopila.
Telegram y Signal recogen muchos menos datos, sin embargo, no son pocos. La primera requiere de sus usuarios el número de teléfono, el nombre y la lista de contactos. En cambio, Signal se limita a pedir el número telefónico y es opcional añadir el nombre del usuario.
Las dos tienen códigos de programación abiertos, por lo que es posible determinar qué datos son obtenidos y qué se hace con ellos.
Sobre la seguridad de los mensajes que se envían, Signal y WhatsApp poseen cifrado de extremo a extremo como función predeterminada para todas las conversaciones. En teoría, ni siquiera las aplicaciones con las que se realizó el intercambio pueden acceder a los contenidos de las charlas.
Telegram está en desventaja en este aspecto, porque el cifrado de extremo a extremo no se activa en las conversaciones regulares, sino únicamente cuando se usa el modo ‘chat secreto’.
A pesar de la preocupación sobre la información sobre el uso de la ‘app’, los usuarios deben considerar que, en la actualidad, los virus para teléfonos son los principales causantes de vulneración de la privacidad en estas plataformas. Tan solo en el último año se han detectado más de 1 400 virus enfocados en WhatsApp y Telegram, los cuales llegan como ‘links’ dentro de mensajes. Cerca de un 60% de estos puede ‘secuestrar’ el dispositivo.
Condiciones de las ‘apps’
WhatsApp devela la marca del teléfono, hora del mensaje y ubicación del usuario, entre otros datos.
Telegram requiere el número telefónico, nombre y lista de contactos. Hay limitaciones en el cifrado.
Signal se limita a pedir el número de teléfono del usuario. No es necesario ingresar el nombre.
La autodestrucción de mensajes es una opción que está disponible
en las tres plataformas.