Un feriado para degustar los platillos típicos del país

En la sierra se pueden encontrar recetas hechas a base de carne  de cerdo, res o pollo. Las guarniciones son papa, choclo, tostado o arroz. Foto: Patricio Terán/ EL COMERCIO.

En la sierra se pueden encontrar recetas hechas a base de carne de cerdo, res o pollo. Las guarniciones son papa, choclo, tostado o arroz. Foto: Patricio Terán/ EL COMERCIO.

La costa se caracteriza por introducir en sus recetas mariscos frescos como concha, camarón o pescado y acompañarlos con productos de verde. Foto: Patricio Terán/ EL COMERCIO.

Los feriados no solo se utilizan para salir de la ciudad, relajarse y distraerse. También se pueden aprovechar para degustar de la gastronomía típica de las regiones del país.

Sierra, Costa, Amazonía y Galápagos. Cada región presenta gran versatilidad de productos que mediante técnicas culinarias crean platillos únicos que conquistan paladares nacionales y extranjeros.

Para el director de Culinary Art School, Juan Carlos Fernández, Ecuador es un país que no tienen nada que envidiarle a otras regiones y los turistas deben aprovechar, valorar y consumir sus alimentos.

Él destaca que, en este Carnaval, las visitas a diferentes partes de la Sierra como Ambato, Ibarra, Guaranda, Loja, Riobamba, Cuenca e incluso Pichincha son la excusa perfecta para probar una típica fritada, elaborada a base de carne de cerdo, adobada únicamente con cebolla, ajo y comino.

Al platillo tradicional se le complementa con tortillas, tostado, maduro, mote, choclo, aguacate, queso y encurtido de cebolla y tomate. “Las tortillas deben estar hechas con papa chola para conseguir mejor sabor y textura”, enfatiza.

En la sierra se pueden encontrar recetas hechas a base de carne de cerdo, res o pollo. Las guarniciones son papa, choclo, tostado o arroz. Foto: Patricio Terán/ EL COMERCIO.

Otra delicia serrana que el chef destaca es el ambateñito, receta elaborada con chorizo, huevo frito, tortillas y cebollas, un tanto similar a las clásicas chugchucaras. En este platillo, las guarniciones varían entre canguil, cuero reventado o empanadas pequeñas.

El caldo de pata, por su parte, es una receta que incluso abarca costumbres, recuerdos, sabores y aromas familiares. Hay que tomar en cuenta que su preparación original lleva pata de res, mote, orégano y un refrito de cebolla blanca.

Otra alternativa imperdible, para quienes visiten la Sierra, es el seco de chivo, que lleva, tradicionalmente, cerveza o chicha para mejor fermentación y sabor, también cebolla a la brasa y se acompaña con pasta de tomate y naranjilla.

En los platillos de la Costa, en cambio, se destaca el uso, sin duda, de mariscos frescos para crear el típico encebollado o cebiches, acompañados por patacones, chifles, arroz o pan.

En el Oriente ecuatoriano se puede degustar de pescados de río con yuca, envueltos en hojas de verde y cocinados al vapor del carbón.

“El ají, ya sea de tomate, de chochos, de maní o de otros productos, es el acompañante típico por excelencia de la gastronomía ecuatoriana.

Fernández destaca que, a pesar de que la cocina de vanguardia se introduce cada vez más en el país, no hay que perder la esencia de las preparaciones e incluso el emplatado característico de estas recetas del Ecuador.

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