Imagen referencial. Es importante que los dueños no saluden de forma efusiva a sus mascotas para que no sientan la angustia por separación. Foto: Freepik
Magdalena es una perra mestiza de tres años. Desde que empezó la cuarentena, la interacción con su dueña se volvió más cercana. Ha estado junto a ella mientras teletrabaja, cocina e incluso cuando está haciendo la limpieza de casa. Cuando su dueña ha tenido que salir a la calle, ella se sienta en la puerta y no se mueve de ahí hasta que regresa.
Al igual que otros dueños de perros, la dueña de Magdalena está preocupada porque en las próximas semanas comenzará a pasar menos tiempo en casa y no quiere que su perra esté todo el día llorando y esperando su regreso.
Frente a esta realidad, el psicólogo Byron Paredes explica que es importante que las personas entiendan que muchos perros, al ya no estar tanto tiempo junto con sus dueños, van a desarrollar problemas de comportamiento. Uno de los principales -dice- será el de angustia por separación.
Para evitar que el perro ladre y llore de manera innecesaria cuando su dueño ya no esté en casa, Paredes recomienda no despedirse ni saludarlo de manera efusiva al salir y entrar al hogar. “De esta forma la mascota se va a mantener en un estado equilibrado y no se va a activar sin motivo”, sostiene.
Este experto añade que lo más recomendable es que las mascotas se activen mientras se juega con ellas. “Los perros, a diferencia de los gatos, necesitan del ser humano para poder desarrollarse. Una de las opciones es hacer que muerda un juguete y nosotros halarlo. Así lo ayudaremos a desarrollar su instinto de presa”.
Entre las actividades que se pueden hacer para que los perros interactúen con sus dueños están los trabajos de nariz, en los que se puede colocar pedazos de comida debajo de las alfombras o detrás de los muebles. La idea -dice Paredes- es generar momentos agradables con las mascotas.
Por su parte, Mauricio Bastidas, experto en adiestramiento de perros, sostiene que la mejor forma de ayudarlos es dándoles tiempo de calidad. Una de las alternativas -dice- es jugar con ellos tres veces al día durante diez minutos. Esto les ayudará a quemar su energía física y mental. “Los juegos pueden ser con pelotas, frisbees, o dándoles premios. No solo hay que poner la pelota y dejar que el perro juegue solo sino interactuar juntos”.
Paredes también recuerda la necesidad que tienen los perros de relacionarse con otras mascotas. “El perro se desarrolla en dos mundos: en un entorno humano y en uno animal y hay cosas que necesitan y solo pueden aprender de otros animales”.
Frente a las medidas de distanciamiento que se mantendrán por varios meses y la imposibilidad de que muchos perros vuelvan a guarderías caninas, el experto recomienda el uso de correas largas -de unos 10 metros- para que durante los paseos o las visitas al parque puedan jugar con otros perros. “De esta forma nosotros mantendremos la distancia con sus dueños y ellos podrán olerse. Hay que recordar que el covid-19 no se transmite por el pelaje o la saliva del perro”.