Vigilancia policial en carretera

La carretera a Papallacta ha sido escenario de varios accidentes con saldos lamentables de muertos y heridos por causa, en su mayor parte si no en todos, de la irresponsabilidad de conductores de toda clase, pero especialmente de buses de transporte público; esto es motivo de justa preocupación de las autoridades de tránsito. Yo viajo continuamente por esta carretera hasta Baeza, aproximadamente desde hace 20 años, y en honor a la verdad debo decir que jamás he visto un policía en ese trayecto, lo único que existe ahora es una estación policial en el extremo oriental del paso lateral, en donde reposan varios vehículos destrozados, mudos testigos de innumerables accidentes. Esta falta de vigilancia no es solamente en la carretera a Papallacta, sino en todas las carreteras a escala nacional. Ahora el país cuenta con vías de primer orden, de las cuales se hace frecuente publicidad, pero no es suficiente solo dar a conocer la bondad de estas vías, sino que es necesario que se establezca permanente vigilancia, si los conductores saben que en cualquier momento pueden ser sorprendidos por el vigilante cometiendo una infracción, los accidentes pueden reducirse notablemente. Es además urgente una campaña de educación vial, masiva, permanente y repetitiva.

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