Muy cierto lo manifestado por el Sr. Eduardo Ávila F. en su Carta a la Dirección de su prestigioso Diario con el nombre de ‘Economía Distorsionada’ de fecha l6 de este mes.
Existe una descoordinación en la instrumentación de apoyo al sector productivo nacional. Es más fácil constituirse en importador y cubrir el mercado abandonado de ciertas empresas y microempresas locales. Conozco de cerca la atosigante presión sobre las Pymes por el cumplimiento de Buenas Prácticas de Manufactura. Pero ni de lejos el apoyo técnico, el asesoramiento para incrementar su producción, el apoyo al financiamiento de nuevos equipos y capacitación a la mano de obra. En cambio, nos informamos estos días de la pronta ayuda a un empresario extranjero y digamos que funciona nuestra envidia e incredulidad….
A los ministerios comprometidos con la desaparición, perdón subsistencia, de este importante grupo de pequeños industriales, deberían reenfocar su accionar, pensando que son las generadoras mayores de mano de obra. Su experiencia requiere ser considerada y potenciadas sus fortalezas. Me pregunto apoyada por la simple lógica: ¿acaso no son ellos los más antiguos ‘emprendedores’?, o habrá que cerrarlas, despedir a su gente con un efecto desalentador para los nuevos gestores productivos. ¿Por qué no abrimos los ojos a lo que hacen nuestros vecinos del norte y del sur?
¿Cuál es la acción de las Cámaras de la Producción en el tratamiento de este tema frente al sector oficial? Nos estamos quedando laxos y sin deseos de mirar al preocupante futuro. Tendremos la suerte del petrolerismo por muchos años……