En el centro de Pedernales se instalan las redes domiciliarias de agua potable. Foto: Juan Carlos Pérez /PARA EL COMERCIO
El julio de 2017 Pedernales tendrá agua potable por primera vez. Hasta antes del terremoto de 2016 ese cantón manabita se abastecía a través de agua entubada, que era captada en Tachina Alta. El servicio llegaba cada dos días a 15 000 de sus 55 000 habitantes.
El alcalde Gabriel Alcívar reconoció que esa deficiencia en el servicio era un problema no solo para los pobladores sino también para el sector turístico, que buscaba ganarse un espacio en el mercado nacional.
En los más de 45 hoteles que estaban registrados antes del terremoto del 16 de abril del 2016 se debía comprar al menos dos tanqueros a la semana porque el agua no abastecía, señaló el presidente de la Asociación de Hoteleros de Pedernales, Patricio Schettini.
El sismo del año pasado empeoró la situación. Solo cinco hoteles quedaron en pie y la red de tubería se destruyó en al menos 20 manzanas de la zona céntrica de Pedernales.
Los trabajos para recuperar la red tardaron unos tres meses. Desde julio del 2016, el agua se volvió a captar de Tachina Alta, donde se distribuye en tanqueros y se envía a un pozo artificial ubicado en el centro de la ciudad; ahí es tratada con cloro y luego llega hasta un hidrante para su distribución, la cual se hace por calendario a cinco zonas.
La reconstrucción de los hoteles, en cambio, tardó más tiempo. En julio pasado ya empezaron a operar al menos 20 lugares de hospedaje que superaron los daños en su infraestructura. Antes eran edificios de tres o cinco pisos y hoy tienen una planta que combina madera y otros materiales.
Carmen Ureta, propietaria del Hotel El Manaba, señaló que la falta de agua ha sido un problema desde el terremoto. Y añade que las tuberías aún continúan con fallas.
El gerente de la Empresa Municipal de Agua Potable y Alcantarillado, Diego Celorio, afirmó que hay fugas que aún se están arreglando. “El suelo perdió resistencia porque sufrió un proceso de licuefacción durante el terremoto. Son problemas que se están solucionando, pero con el nuevo sistema de agua potable se acabarán esos inconvenientes”.
El plan maestro de agua potable empezó a gestionarse en mayo del 2016. Según Alcívar, antes del terremoto el Municipio ya contaba con los estudios. “En una reunión del Comité de la Reconstrucción propusimos el proyecto y este fue aceptado”.
La obra se coordinó a través de Ecuador Estratégico junto a 17 proyectos sanitarios adicionales que se construirán en 10 cantones afectados por el terremoto y en los cuales se invierten USD 63,7 millones.
Solo el proyecto de Pedernales está valorado en USD 18 millones y beneficiará a 39 000 habitantes de las zonas urbana y rural del cantón. “Por 25 años el servicio de agua se ha prestado únicamente a la zona urbana, pero de forma intermitente”, señaló Celorio.
El sistema de agua empieza en Coaque, de donde se captará el líquido y se traslada por 45 kilómetros hasta Cojimíes.
Walter Intriago, director de Planificación del Municipio, afirmó que el proyecto contempló la construcción de una planta de captación en Coaque junto a tanques reservorios para impulsar el líquido.
Mientras que la planta de tratamiento ubicada en Tachina, donde se construyeron cuatro tanques con una capacidad de 1 000 metros cúbicos de agua, realizará la distribución para la zona urbana de Pedernales.
El avance de la obra es del 85% y se tiene previsto que los trabajos concluyan en julio. Por el momento se están instalando las redes domiciliarias que asegurarán la llegada del líquido a las viviendas.“En julio se tiene previsto que empiece a funcionar el proyecto. Pero la empresa constructora Eseico S.A. tendrá hasta octubre para finiquitar detalles”, aseguró el Alcalde.
El gremio turístico espera que a mediados del próximo mes el proyecto ya se encuentre funcionando. Recuerdan su objetivo de captar turistas de la Sierra, que estarán de vacaciones por la finalización del período de clases.
Según el Municipio, durante los fines de semana de julio y agosto se espera el arribo de hasta 30 000 turistas.
El propietario del Hotel Texas Home, Misael Ortiz, espera en esta temporada ocupar toda su capacidad instalada. “Debo comprar un tanquero a diario por USD 25”. Si hasta este mes se regula el servicio -agregó- se gastarán menos recursos y además se prestará un servicio de calidad al turista.