Aunque las parejas no lo crean, compartir la cama es uno de los retos más grandes del matrimonio, ya que las preferencias al momento de descansar son muy particulares de cada persona y, a veces, esos gustos y necesidades no coinciden ni siquiera con la persona que más amamos.
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Antes de comprar un colchón, discuta las necesidades de cada uno.
Consulte todas las opciones antes de elegir, ya que con frecuencia aparecen nuevos modelos.
El presupuesto es una de las consideraciones que debe tomar en cuenta antes de adquirir un colchón.
Es conveniente que ambos prueben y seleccionen juntos el colchón, para asegurar una decisión correcta.
El tamaño es importante al elegir el colchón, sobre todo si les gusta mantener su espacio durante la noche.A estas alturas, decir que los hombres y las mujeres son iguales es una mentira. Por ejemplo, está la fisonomía de cada uno. El hombre tiene un esqueleto más recto y vertical, mientras que la mujer tiene una estructura ósea inclinada.
El tórax masculino es voluminoso y los hombros amplios son su característica; en la mujer, los hombros y el tórax son más estrechos. Además, las caderas femeninas son más anchas, para cumplir con la función de la maternidad, mientras que él no posee amplias caderas. Asimismo, el cuerpo masculino cuenta con 40% de masa muscular, mientras que ella solo tiene un 30%.
En cuanto al peso, el doctor Esteban Santos, cirujano ortopédico traumatólogo, precisa: “Generalmente hasta los 50 años es más común el sobrepeso en el hombre, mientras que pasados los 50 años son las mujeres quienes aumentan de peso y tienen problemas de columna”, por lo que cambian sus necesidades al momento de descansar.
Por su parte, la psicóloga Patricia Aguirre, que desde hace 25 años trabaja con parejas y también es terapeuta familiar, afirma: “Las diferencias siempre van a existir, porque tenemos que asumir que somos distintos. Esta idea que anteriormente existía de que somos uno solo, no es cierto porque sería un renunciamiento a la personalidad propia, por parte de uno de los dos”.
Y, en el momento en que una pareja comparte el dormitorio, se debe lograr conjugar ambos mundos para crear uno nuevo en el que las dos personalidades no entren en conflicto.
“Cuando decidimos hacer pareja, el espacio que era para el esparcimiento y descanso de uno, pasa a ser de dos personas; es allí donde empiezan las posibles dificultades. Si tenemos un buen nivel de comunicación -hablada y corporal- con nuestra pareja, probablemente vamos a poder solucionar cualquier conflicto; si no tenemos un buen nivel de comunicación, entonces sí vamos a tener dificultades”, explica la terapeuta.
De esta forma, de acuerdo con su forma de ser, sus gustos y preferencias, así como debido a sus necesidades fisiológicas, cada miembro de la pareja puede requerir un nivel de confort diferente y, en este sentido, es crucial elegir el colchón adecuado que ofrezca suficiente soporte y comodidad a cada uno, para que ni la relación ni la columna vertebral sufran las consecuencias.
Su colchón, un punto de unión
Los fabricantes de colchones están investigando constantemente cómo ofrecer una opción que tome en cuenta los requerimientos de cada uno y que satisfaga a ambos miembros de la pareja.
Por ejemplo, en Estados Unidos existe una costosa alternativa que permite regular gradualmente el nivel de firmeza mediante un control remoto. De esta forma, el lado derecho puede ser suave, mientras el izquierdo se mantiene firme. También, existen colchones que gracias a su estructura permiten que los movimientos realizados en un lado, no se perciban en el otro extremo de la cama.
Una de las últimas innovaciones en esta materia, y que está disponible en nuestro país, es un colchón que cuenta con un lado más firme –diseñado para soportar el esqueleto recto y la figura sin curvaturas pero con más musculatura del hombre– y con otro lado más suave -para dar comodidad y acoplarse a las curvaturas de la silueta femenina, brindándole soporte al mismo tiempo-.
Cualquiera sea su elección, no olvide que es una decisión muy importante, ya que de una cama adecuada depende la salud de su columna vertebral, como indica el doctor Santos: “las tres causas básicas del dolor de columna son el sobrepeso, la falta de actividad física y un colchón que no brinde la comodidad y el soporte necesarios”.
Además, si el cuerpo no descansa plenamente, no se podrán realizar las actividades diarias; en palabras del especialista: “Un colchón inadecuado, no le va a permitir un sueño confortable y una persona que no haya descansado no rinde física ni intelectualmente, entonces aparecen afectaciones en lo físico y en lo psicológico”; y, si nos cansamos a lo largo del día, menos aún nos sobrarán energías para el romance.
Por tanto, para lograr un clima de armonía y evitar los problemas en el lecho de amor, las decisiones deben ser tomadas en consenso.
Así lo explica la psicóloga: “Cuando creamos nuestro dormitorio, todas las cosas que traemos tienen una gran carga de significado para nosotros y pueden convertirse en una carga de significado amenazante para nuestra pareja. Entonces, el colchón, las sábanas, las fotos, la decoración y todo lo que esté presente en la habitación tiene que ser elegido mediante consensos”.
Por esto, enfatiza en que se deben buscar terceras opciones, es decir, si el esposo quiere un colchón A y la esposa un B, sería mejor comprar un colchón C, o, si es posible, un A+B, una perfecta combinación del amor.