LIBERTAD DE EXPRESIÓN

La libertad es condición esencial de la naturaleza humana. La libertad de expresión es una extensión del libre pensamiento y le pertenece a toda la gente. No es, no debe ser privilegio ni exclusividad de los medios de comunicación y de los periodistas.

Los medios de prensa y los periodistas canalizan la información y dan apertura a las distintas corrientes de pensamiento civilizado y alientan, reproducen y amplifican a toda la sociedad el debate plural de las ideas y procesan las distintas inquietudes de diversos sectores sociales.

La libertad de prensa es una consecuencia de la libertad de expresión y es la manifestación de una sociedad libre. La democracia es el espacio natural para desarrollar la libertad de expresión.

La humanidad ha vivido momentos de luces y sombras. En los truculentos episodios de dictaduras crueles, en la sórdida imposición de la voluntad omnímoda de tiranías y caudillismos autoritarios, la libertad de prensa, la libertad de expresión, las libertades públicas de las personas han atravesado momentos difíciles y en muchas ocasiones se han anulado.

La consecuencia nefasta de la falta de libertad la relatan miles de testimonios que recoge la historia y las hazañas de los seres humanos por conquistar la libertad se cuentan entre las piezas más valiosas del mundo civilizado.

El debate en el Ecuador ha sido tenso. Cuatro años de insultos y ataques sistemáticos intentan minar la credibilidad de los periodistas y ponen en cuestión su rol.

La sociedad libre valora y demanda del Estado y los poderes públicos, de los actores políticos y sociales un respeto irrestricto a esa libertad como vertiente indispensable para la vida democrática de la nación.

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