El olor de los asados fue el primer encontronazo que tuvieron los comensales durante la inauguración del Centro Gastronómico Lago Agrio, capital de la provincia de Sucumbíos.
El pasado martes, 19 de junio, se abrieron las puertas del sitio que acoge a 24 vendedores de la Asociación El Buen Sabor, que tenían sus negocios en la calle.
Los ‘agachaditos’, denominación para la comida que se vende en la calle, cambiaron su espacio tradicional por el diseño semicircular que predomina en la flamante edificación.
La forma en S que tiene el Centro se debe a los símbolos circulares que forman parte de la cultura amazónica, explicó Byron Crespo, coordinador del proyecto.
“El tema de curvas tiene que ver con las culturas indígenas. Si bien es un diseño contemporáneo, también tiene un criterio de mantener la identidad”.
Crespo acota que con este diseño el visitante tendrá la ventaja de mirar cada uno de los locales. Es decir, que desde la entrada hay una perspectiva que permite reconocer el sitio en su totalidad.
El Centro se divide en dos alas: cada una tiene 12 puestos de venta. Cada dos locales se ubican las mesas y sillas para que el cliente se sirva los platillos.
El visitante también tendrá la opción de degustar su alimento sobre un mesón de cemento recubierto con mármol: los locales están decorados con porcelanato.
El vendedor tiene un amplio espacio para movilizarse dentro de su local. Cuenta con un lavamanos para limpiar los utensilios de cocina, el cual está sobre otro mesón de cemento en forma de L.
El diseño, además, se pensó por el tipo de comida que se ofrece en el Centro: en la mayoría de locales prevalecen los asados de carnes y mariscos. Para ello, el vendedor puede cocinar los filetes al calor del carbón que se coloque en cada parrilla metálica.
Junto a esta parrilla se encuentra un mantenedor de comida caliente. Este es una especie de tina metálica alargada, donde se coloca agua caliente que funciona como termo.
Para evitar que el humo del asado se acumule, sobre la parrilla se encuentra un succionador de aire. El aparato extrae automáticamente la humareda que se genera y lo expulsa por el sistema de ventilación que está en el techo de los puestos.
El techo, de estructura metálica, tiene una cubierta forrada con chova. Este material permite aislar tanto el calor como el ruido del agua que provoca la lluvia.
Las caminerías interiores del Centro están recubiertas por adoquines y Alfa Domus.
Al tratarse de un lugar en donde se vende comida, especialmente en la noche, las luminarias complementan al Centro. Las luces se encuentran, tanto en el tumbado como en el piso.
Estas se prenden automáticamente cuando cae la noche y se apagan con el primer rayo de sol del amanecer; es decir, son fotoeléctricas. Cada local también tiene iluminación eléctrica.