Redacciones Esmeraldas
y Santo Domingo
En el momento menos pensado, las canciones de los candidatos se escuchan en altoparlantes de vehículos o en las caravanas que se han multiplicado por la campaña electoral.
Son los ‘jingles’ promocionales de sus candidaturas. Algunos son tan pegajosos que resulta imposible dejar de corearlos, incluso luego de que se han dejado de oír.
Detrás de esas adaptaciones de canciones, letras y música, hay jóvenes artistas, productores, músicos, que se han convertido en expertos compositores. Aquí sus historias.
La experiencia tsáchila
Cuando Gonzalo Navarrete dejó de estudiar en el Conservatorio de Música de Quito y proyectó su vida profesional estaba seguro de que no podría ser cantante. Tiene fea voz y aquello admite entre risas.
Lo suyo es la interpretación de instrumentos. Hace 13 años montó un estudio que ahora es uno de los más completos de Santo Domingo. Tiene dispositivos, equipos de audio, micrófonos, consola, computadoras…
En esta temporada de campaña política tiene más pedidos de ‘jingles’. No comulga con ningún partido político. Para él todos son clientes y trata de dar lo mejor en cada trabajo. Hace los arreglos de las pistas inéditas o adapta las letras a canciones que están de moda.
Lo mismo hace Santiago Vergara. Él también es músico de Conservatorio y experto en ‘jingles’ de campaña. Para él, lo más difícil es convencer a los candidatos de que una canción es mejor que otra o que una frase puede tener más impacto que otra. A veces -cuenta- los interesados quieren éxitos pasados de moda y lo que se quiere es que las personas se identifiquen con las canciones rápidamente. Eso se logra con música actual, que ya está en la mente de los electores.
Aunque también hay quien le apuesta a lo inédito. Elyssa Vaca, querida en el mundo musical como Elyssa, compuso un promocional para el movimiento político del cual es parte. A ella le llevó una semana, con madrugadas incluidas, lograr un producto que recoja la esencia del candidato y sobre todo su plan de gobierno.
Su hermano, Paúl Vaca, fue cómplice de la composición. Aseguran que las palabras claves en el coro, son fundamentales a la hora de lograr un buen ‘jingle’ político.
En esto coinciden los integrantes del Grupo Adagio. Ellos, por primera vez, aceptaron mejorar un ‘jingle’ político que resultó plano y sin gracia. Le agregaron ritmo con batería e hicieron arreglos en guitarra eléctrica y ahora suena en las calles de Santo Domingo.
El rap de Esmeraldas
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Este es el sitio donde Beder Caicedo produce las canciones para los partidos políticos
A Francisco Chamorro lo conocen en el medio artístico como Gello Rap. Es uno de los “más buscados” a la hora de componer canciones políticas, para ganar la simpatía del electorado.
Desde el 7 de enero pasado, cuando arrancó la campaña electoral, ha grabado 15 canciones. En cada una tardó, en promedio cinco horas.
Por los arreglos cobra entre USD 150 y 200. El dinero lo comparte con el productor, Beder Caicedo.
Sus creaciones se escuchan en altoparlantes, especialmente en las sedes de los partidos políticos. El que más ha pegado es el ‘cover’ Vivir mi vida, original de Marck Antony.
Durante 8 años Gello Rap les ha dado vida a los políticos a través de la música. Confiesa que comenzó cuando Abdalá Bucaram se postuló a la Presidencia de la República. Se buscaba un mensaje que empatara con la extravagancia de Bucaram. Se hicieron algunas canciones que él las bautizó como ‘tiraderas’.
Otra que se ha ganado la simpatía es Bandalaje. Esta fue compuesta por el grupo ESME +593. Pero la letra fue adaptada al mensaje político de una candidata a la alcaldía. Erick Triviño estuvo detrás de las modificaciones.
Santiago Jama, otro artista, bromea al asegurar que en campaña electoral siempre pierde la independencia.
Durante los cuatro años en los que ha hecho canciones políticas se ha puesto la camiseta de todos los partidos.
En un solo día he tenido seis contratos de políticos de diferente agrupación. “Y como es obvio toca pedir a la gente que voten por ellos”.