La hojalatería éxito tiene quien continúe la tradición

Cuando su padre, Luis Coba, abrió el primer taller, en el mismo lugar donde funciona actualmente, la calle Necochea era un camino de herradura ubicado al sur de Quito.

El material con el que empezó, el tol galvanizado, era una verdadera novedad. A lo mejor por eso bautizó a su taller como Éxito.

Mario heredó el oficio hace 46 años, cuando acabó de cumplir los 25 aunque ya moldeaba el tol desde que terminó la escuela.

A la hora del traspaso, la hojalatería ya no tenía secretos para él y golpeaba, cortaba y soldaba las delgadas láminas de tol con precisión y maestría. Actualmente con 72 años y una enfermedad a cuestas ve a uno de sus obreros más fieles, Pedro Galarza, como el continuador del Éxito.

Calcular la infinidad de canales, bajantes, moldes para velas y tortas, hornos para pan y adornos que han salido de las manos de Coba es imposible. Lo único que ha variado en su trabajo es que en 1960 sus productos se vendían en centavos de sucre y ahora son en múltiplos de dólar.

En esas fechas un metro lineal de canal, que ahora cuesta USD 5, no pasaba del sucre con veinte. Otro de los cambios es que actualmente no solo se hacen bajantes sino jardineras, floreros y todo lo que la imaginación de los clientes requiera, dice Coba.

Galarza afirma que su profesión nunca le dio lata aunque ahora su competidor directo: el plástico sí. Al final, eso no le preocupa mucho porque su trabajo es de calidad. Llame al 228 6749.

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