La despenalización del aborto abre fisuras en Perú

Lima. Reuters  y  DPA

Un grupo de legisladores y expertos en Perú aprobó continuar con un plan para despenalizar el aborto eugenésico y por violación en el país mayormente católico, un hecho que levantó polémica y protestas de grupos a favor y en contra.

Hace dos semanas, la comisión legislativa encargada de revisar el Código Penal planteó despenalizar el aborto eugenésico (cuando está comprobado que el niño nacerá con una malformación) y el aborto por violación sexual.
 
El proyecto, inicialmente aprobado el 7 de octubre, desató una gran controversia en el país. El  Gobierno, por intermedio del Ministerio de Justicia, había pedido la  revisión, que fue finalmente desechada. El rechazo  se adoptó a pesar de las presiones ejercidas por la Iglesia Católica, en especial del ultraconservador cardenal Juan Luis Cipriani,  un miembro del Opus Dei.

Según las leyes peruanas, una mujer que cause su aborto será condenada con hasta dos años de cárcel, mientras que la persona que cause el aborto con el consentimiento de la gestante hasta cuatro años de prisión. Si la mujer muere, la pena puede llegar a cinco años y hasta 10 años. El aborto terapéutico (que se realiza cuando está en riesgo la vida de la madre) no está penalizado y el aborto eugenésico es reprimido con cárcel no mayor de tres meses.

El aborto es un tema sensible en Perú, donde la mayoría de la población practica la religión Católica, que rechaza cualquier tipo de aborto. Sin embargo, algunos grupos feministas se han pronunciado en favor de la libertad de la mujer para decidir si aborta.

En 2001, la peruana Karen Llantoy denunció públicamente que los médicos no le permitieron someterse al aborto terapéutico tras confirmarle que su niña nacería anencefálica (carencia de cerebro y cráneo) y que moriría a los pocos días de nacida. Cuatro años después, el Consejo de DD.HH. de la ONU  recomendó a Perú el pago de una indemnización e implantar medidas para corregir los daños.

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