Michel Temer se encuentra de viaje, para la cumbre del G20. Foto: AFP
Según un informe policial publicado por la prensa de Brasil, el PMDB recibió más de USD 40 millones a través de donaciones para su campaña electoral.
Las empresas que construyeron la central hidroeléctrica de Belo Monte pagaron sobornos millonarios al partido político del presidente de Brasil, Michel Temer, según un informe policial divulgado este lunes por el periódico Folha de Sao Paulo.
El consorcio de constructoras aceptó pagar sobornos equivalentes al 1% del valor del contrato de Belo Monte, la tercera mayor hidroeléctrica del mundo, al Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), según el diario.
El monto de la obra ascendía a 13 400 millones de reales (unos USD 4 187 millones), por lo que el soborno sería de 134 millones de reales (USD 41,8 millones), supuestamente pagados a través de donaciones legales a campañas electorales del PMDB entre 2010 y 2014.
La construcción de la obra fue muy criticada por parte de grupos indígenas y activistas, por su tamaño y ubicación.
Según Folha, la Policía basa sus sospechas en delaciones realizadas por implicados en el caso de corrupción de Petrobras que se han acogido a acuerdos de colaboración con la Justicia para reducir sus penas, entre ellos Otavio Marques de Azevedo, expresidente de la constructora Andrade Gutiérrez. En julio, la corte suprema de Brasil decidió abrir la investigación contra la cúpula del PMDB por los puestos sobornos en la obra.
Belo Monte fue construida por un consorcio de empresas formado por Andrade Gutiérrez, Queiroz Galvao, OAS, Odebrecht, Camargo Correa, Serveng, Galvao Engenharia y J. Mallucelli.
Según el periódico, los principales beneficiarios de los sobornos fueron cuatro senadores del PMDB, entre ellos el presidente de la Cámara Alta, Renán Calheiros, además de Romero Jucá, Jader Barbalho y Valdir Raupp.
Romero Jucá fue nombrado por Temer ministro de Planificación cuando asumió la Presidencia interinamente el pasado 12 de mayo, pero tuvo que dimitir una semana después por la divulgación de una grabación realizada por la policía en la que sugería que el PMDB pretendía frenar las investigaciones de los casos de corrupción.
El Senado destituyó la semana pasada a la ahora exmandataria Dilma Rousseff, poniendo fin a nueve meses de un proceso de impeachment que se entrelazó con la crisis económica.