‘Si se procesa basura, el resultado será basura’. Este es uno de los principios informáticos con el que dos técnicos consultados por este Diario explican lo que ocurre cuando un proceso no se realiza con información confiable y, por lo tanto, el resultado tampoco lo será.
La explicación de Enrique Mafla y Carlos Montenegro se refiere al hecho de que, más allá del software utilizado, lo que debe importar es la calidad de la información procesada. De este modo, se puede explicar lo que sucedió en el colegio Benalcázar durante la revisión de las firmas de 11 organizaciones políticas que ya tienen vida jurídica.
Ese ejercicio realizado por el Consejo Nacional Electoral (CNE) reveló dos fallas: uno, que el software que se utilizó no fue elaborado de manera adecuada. Dos, que las bases de datos tanto del padrón electoral, así como de las firmas de respaldo de las organizaciones políticas, presentaron inconsistencias.
Políticos como Gilmar Gutiérrez (PSP) y Juan Carlos Solines (Concertación) denunciaron que, por ejemplo, el sistema informático utilizado en el Benalcázar comparaba la firma de una ficha con la de otro ciudadano. “La base de datos del Consejo no es confiable pues hemos determinado inconsistencias”, dijo Gutiérrez.
Ese proceso de revisión quedó inconcluso. Pese a ello, el organismo electoral reveló preocupantes cifras sobre el número de firmas válidas y no válidas (ver cuadro). Estos resultados no satisficieron ni a las fuerzas políticas de oposición ni al propio oficialismo, pues incluso el presidente Rafael Correa recriminó a los vocales electorales por los resultados divulgados. En este escenario conflictivo, el CNE ha prometido que la revisión del 100% de las firmas de las 11 organizaciones políticas que ya tienen vida jurídica, y que arrancará el 20 de agosto, será transparente y técnico. Pero con el antecedente del sistema, existen más dudas que certezas.
Montenegro sostiene que el problema del CNE es que la gestión tecnológica no es adecuada y desde el punto de vista informático se tuvo que improvisar. “En pocas horas se elaboró un programa que tomó las bases de datos del padrón y de las fichas. Durante el proceso se evidenciaron errores en los datos gráficos”.
Por su parte, el Consejo Electoral insiste en que el problema está en el software que fue adquirido durante la presidencia de Omar Simon y por lo cual ‘irá a la basura’. Pero el ex titular electoral defiende la validez del sistema que les tomó seis meses en diseñar.
Por ello criticó que las decisiones se hayan tomado sin tener claro cuál fue el origen de las fallas.
No obstante, el organismo electoral prometió un nuevo sistema informático más confiable. Pero Mafla y Montenegro insisten en que el problema no es el software, sino las bases de datos defectuosas. Esto debido a que el padrón electoral del CNE está incompleto, aunque el organismo ha prometido que será alimentado con las bases de datos del Registro Civil y otras instituciones.
Sin embargo, no se ha dicho nada sobre las inconsistencias en los datos de las fichas que fueron digitalizadas. Por eso Gutiérrez propone que la verificación integral se realice sobre las firmas que tienen las organizaciones, no sobre las digitales (Ver gráfico inferior) .
Otra de las preocupaciones es la fiabilidad del nuevo software. Los informáticos coinciden en que una aplicación, que cumpla con las necesidades del Consejo debe diseñarse con tiempo, pues debe pasar por una etapa de prueba para determinar los errores. Dicen que eso llevaría meses, pero el CNE lo hará en ocho días.
La cronología de un escándalo electoral donde las decisiones han sido sorpresivas
26 de julio
El Consejo Nacional Electoral presentó 63 denuncias de funcionarios del organismo electoral, cuyas firmas se falsificaron para el proceso de inscripción de las organizaciones políticas.
27 de julio
Cientos de personas denunciaron que aparecían como afiliadas a organizaciones políticas, sin su consentimiento. El Consejo Electoral anunció que haría una revisión manual de las rúbricas.
31 de julio
En medio de las críticas de las fuerzas de oposición, el organismo electoral arrancó con el proceso de revisión en el colegio Benalcázar. Se cuestionaron la base legal y la falta de garantías.
5 de agosto
Por un pedido de la Fiscalía, el órgano electoral decidió revisar el 100% de las firmas de las 11 organizaciones políticas con vida jurídica. Todavía no se define ni el lugar ni la metodología.
Una norma electoral será incumplida
El Consejo Nacional Electoral (CNE) violentará una normativa vigente. Esto debido a que el reglamento de inscripción y registro de las organizaciones políticas establece que podrán participar en el proceso electoral solamente aquellas organizaciones políticas que estén inscritas y tengan vida jurídica, seis meses antes del día de los comicios.
El día de las elecciones será el 17 de febrero del 2013, por lo tanto, la fecha límite para obtener la personería jurídica vencía el 17 de agosto. De hecho, en el calendario electoral que el Consejo Electoral aprobó en febrero, en Portoviejo, se estableció esa fecha límite para otorgar un casillero. Pero con el escándalo de las firmas fraudulentas estos plazos no se cumplirán. Ahora, hasta el 24 de septiembre las 11 organizaciones políticas que ya tenían vida jurídica podrán presentar firmas, en el caso de que les haga falta y no completen el 1,5%.
El presidente del CNE, Domingo Paredes, cuando fue cuestionado sobre la violación de esta normativa por parte del organismo dijo que “esta es una situación que no hemos buscado, la encontramos y reventó”.
Pero para el ex titular electoral Omar Simon, se trata de un problema de legalidad. “Es algo que no está resuelto, hay varias normas que no se han tomado en cuenta para este proceso”. Para él, esto podría ser otro causal para que las 11 fuerzas políticas que ya tienen un casillero desconozcan el reconteo de firmas.