A 5 400 metros de altura y soportando una sensación térmica de hasta treinta grados bajo cero, 390 personas dan vida las 24 horas al proyecto astronómico más grande del mundo, ubicado en San Pedro de Atacama, en Chile. Se trata de ALMA (Atacama Large Millimeter/submillimeter Array).
Allí, en turnos de ocho días, y con distintos horarios, ingenieros y operarios mantienen funcionando las 24 horas el observatorio que envía datos a todos los continentes.
En este complejo se han invertido USD 1 300 millones. El 35% lo financia EE.UU. y Canadá, otros 35% viene de países europeos y el 25% restante de Japón.
Lea mañana un reportaje en Diario EL COMERCIO.
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