Los planes del Andy

El Andy es un man que estudió en el colegio más caro de Quito, un colegio de gringos, donde la mitad de los alumnos son gringos y donde todos son expertos en spanglish. Por eso, es seguro que sus friends le decían Andy.

Andy podría llegar a la presidencia de la República y propone gastarse un montón de plata el instante en que se siente en el sillón presidencial.

Y eso, unos USD 2.000 millones, saldrían de las reservas del Banco Central.

¿Es viable eso? Sí, pero sería inconveniente porque, para que la economía lo soporte, habría que aislarnos del mundo. Para un país tan pequeño como el Ecuador, aislarnos significa quedarnos estancados para siempre en el mismo lugar. Y equivale a fingir que los problemas no existen en lugar de resolverlos.

Raro que un man que, pagado por sus padres, estudió en universidades caras en el exterior, quiera aislarnos del mundo. Pero esa sería la única manera de no colapsar.

Los números son contundentes. Los otros bancos tienen USD 7.400 millones depositados en el Central que, a su vez, sólo tiene USD 5.800 para respaldarlos (esa es la Reserva Internacional).
Trágicamente, no hay ni un centavo para respaldar los USD 4.900 millones de depósitos de las entidades del sector público. Por lo tanto, la cobertura que ofrecen las reservas ya es escasa y reducirlas sólo empeoraría la situación.
Pero supongamos que mismo, mismo, alguien decide gastarse esas reservas. En ese caso la gente va a ponerse nerviosa y hasta podría decidir sacar su plata del país.

Cada dólar que sale implica una reducción de los depósitos bancarios y eso es malo porque cuando caen los depósitos los bancos se asustan y dejan de prestar y eso frena la economía. Entonces habría que bloquear la salida de capitales, ya sea aumentando el impuesto a la salida o prohibiendo directamente las transferencias al exterior (o haciendo ambas cosas).

Y, de una vez, habría que limitar la salida de dólares por importaciones, o sea, habría que encarecer, limitar o prohibir las importaciones. Salvaguardias, cupos, lo que sea. Y si usted es exportador tiene que entregar sus dólares al Banco Central.

Con eso, todavía se podría sacar efectivo las cuentas bancarias y guardarlo bajo el colchón. Ningún problema: se limita el retiro de efectivo de los bancos, igual que hicieron en Grecia, bajo un lema como “Su plata no está congelada, transfiérala a cualquier otra cuenta, pero no la convierta en efectivo. Y tampoco la transfiera al exterior. Pero no está congelada”.

Y ya. Nos quedamos aislados del mundo. Soberanos, patria o muerte, sin resolver un sólo problema, sin producir más, sin poder importar, pero con un gobierno súper popular porque gasta plata ajena.

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