José Hurtado, lateral derecho, intenta avanzar ante la marca de Jacob Murillo, en un entrenamiento. Foto: independientedelvalle.com
La industria del fútbol intenta seguir con la actividad, pese a los embates feroces del coronavirus. En la Conmebol quieren que la pelota ruede sí o sí, a pesar de las restricciones sanitarias. Por ello, el 8 de abril del 2021 Independiente viajó a Asunción para jugar con Gremio el partido de ida de la fase tres de la Copa Libertadores.
Rayados y gauchos viven desde el pasado martes una travesía, una novela con capítulos dramáticos y desenlaces inesperados. El partido de ida debió jugarse en Quito, pero no se cumplió por la disposición del COE Nacional, que no autorizó la realización del espectáculo tras conocer que el elenco brasileño registraba dos casos positivos de covid-19.
Al no contar con el respaldo estatal, Conmebol trasladó la sede del juego a Asunción.
En la calurosa ciudad paraguaya también se registraron inconvenientes. El periodista Marcos Velásquez presentó un Amparo Constitucional, que intenta impedir el partido entre el equipo ecuatoriano y Gremio. El documento fue presentado a la Justicia de Paraguay, en contra de Alejandro Domínguez, presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol).
Hasta el cierre de la presente edición, el organismo rector del fútbol sudamericano mantenía la realización del compromiso, para hoy (9 de abril del 2021) a las 17:15 (de Ecuador). El argentino Néstor Pitana dirige el juego.
Los bultos de utilería de Independiente llegaron ayer al mediodía a la terminal aérea de Tababela. A las 15:00, desde las cuentas en redes sociales del equipo, se realizó una transmisión en Instagram en la sala de espera del aeropuerto antes del viaje del club rayada hasta Paraguay.
El golero Moisés Ramírez se descargó una película de Disney antes del vuelo de seis horas; Christian Pellerano compró un libro escrito por el exfutbolista y técnico Jorge Valdano para el viaje, mientras el entrenador Renato Paiva conversó con su familia antes de subirse al avión.
Pero los problemas e incertidumbres no acabarán con la realización del partido en suelo neutral. Independiente tendrá que jugar el próximo miércoles en Porto Alegre, el compromiso de vuelta.
La intención es no volver a Ecuador, sino permanecer en suelo guaraní hasta un día antes del compromiso con los gauchos en Brasil.
Luego de disputar el compromiso de vuelta, la delegación ecuatoriana deberá hacer cuarentena en un hotel por dos semanas. El COE nacional estableció que todos los pasajeros que vengan de Brasil deben cumplir un aislamiento antes de retomar sus actividades.
Independiente aplazó su partido del torneo local ante Universidad Católica, que debía jugarse el 10 de abril del 2021.