Érick Bone, el deportista que de pequeño correteaba por las calles empinadas de San Juan, en el centro de Quito, ahora se ejercita en un gimnasio de Manhattan y es uno de los ‘sparrings’ de Danny García, el invicto campeón del mundo por el Consejo Mundial y la Asociación Mundial de Boxeo.
Cuando el manabita se fue para Nueva York hace más de un mes lo hizo con nostalgia y hasta con algunas dudas.
Su decisión de viajar dejaba estancado el proyecto de quienes lo apoyaban en el país para que llegara a puestos estelares en el mundo del boxeo.
El pugilista, con 14 peleas profesionales, con 13 victorias y una derrota, confesó vía telefónica que hubiera querido seguir con Ramiro Delgado, empresario choteño que lo apadrinó los últimos dos años y con quien realizó sus combates profesionales.
Sin embargo, a finales del año pasado tuvieron diferencias y eso también le motivó para aceptar la propuesta de viajar al extranjero.
El deportista partió para EE.UU. la tercera semana de enero. Ahora vive en Nueva York y su mánager es Ely Mackay, un promotor de boxeo con ascendencia ecuatoriana que también está con el guayaquileño Ytalo Perea, el peso pesado tricolor que dejó el boxeo olímpico para probar suerte en el ámbito profesional.
Después de haber pasado cinco semanas en ese país, Bone piensa que tomó la decisión correcta. Allá tendrá otras oportunidades y, además, está aprendiendo nuevas técnicas. “Acá está la base del boxeo. Hay carteleras profesionales cada semana y la gente con la que estoy es bastante profesional” Bone ha cruzado golpes con García decenas de veces. Al campeón del mundo de las 140 libras lo califica como un púgil “fuerte, inteligente y táctico”.
El boxeador de 25 años también asegura que hace unas semanas tuvo una propuesta para realizar su primera pelea en EE.UU., pero el rival desistió del combate a última hora. “Creo que me voy a quedar por acá porque hay propuestas. Aquí la vida es diferente y la gente piensa en grande. Voy a esforzarme para tener mi oportunidad”, dijo el púgil que además es creyente y permanentemente agradece a Dios.
El empresario Delgado y Bone aún tienen firmado un contrato de tres años. Sin embargo, quiere que el manabita continúe su carrera en el extranjero y le deseó éxitos.
Delgado tenía un plan de crecimiento distinto para el boxeador, pero en el país, donde ya era un gancho para los aficionados.
Érick Bone Banguera debutó en el boxeo profesional en julio del 2011 con una victoria ante Fidel Benett, en Ibarra. Ingresó en el escalafón mundial a finales del 2012 y con él como figura empezó levantarse el boxeo en la capital.
El empresario choteño confirmó que la primera vez que realizó una cartelera en el coliseo Julio César Hidalgo fueron 600 personas. En octubre, a la pelea que se realizó en el coliseo General Rumiñahui, acudieron unos 7 000 aficionados al boxeo.
En esa ocasión, Bone perdió, por decisión de los jueces, ante el panameño Alberto Mosquera que figuraba entre los 10 mejores del mundo.
El empresario sigue vinculado al boxeo. Ahora su figura es el también choteño Marlon Aguas, quien peleará con un contrincante extranjero en una cartelera en abril.
De su parte, Érick Bone, a quien han llamado el ‘Terrible’, el ‘Relámpago’ y hasta el ‘Científico’, confirmó que continuará entrenándose en la cuadrilla del campeón del mundo y que está listo para su próximo combate.
Las claves
- El ecuatoriano Érick Bone nació en Portoviejo, Manabí, el 23 de diciembre de 1988.
- Vivió en Quito desde niño y fue seleccionado de Pichincha en boxeo.
- Fue campeón bolivariano en el 2009 y se retiró de la práctica olímpica en el 2010.
- Ocho de sus 14 peleas las realizó en el coliseo Julio César Hidalgo. Derrotó al mexicano Óscar Arenas, en agosto pasado.