Los ambientes vintage, ideales para las de vidrio. Fotos: Cortesía Kare Design
Llegan para aportar luz, pero también para convertirse en el centro de atención de la sala, comedor y dormitorios gracias a sus nuevos tamaños, materiales y diseños. Así de novedosas son ahora las lámparas que se comercializan en las diferentes tiendas de decoración.
Se trata de una tendencia internacional, según Joseline Córdova, arquitecta interior, que cada día gana más adeptos en el país, pues basta uno de esos elementos para destacar un ambiente o punto específico de la vivienda.
Están elaborados con mármol, cristal, madera, metal, fibras naturales y hasta con productos reciclados y hormigón. Las lámparas que tienen este último material lucen en ambientes industriales, por ejemplo, al igual que las metálicas.
Una esfera compuesta por varias lámparas.
Las de mármol, apunta la especialista, se ajustan a un estilo moderno; mientras que las elaboradas con madera son ideales para espacios rústicos o con toques africanos, aunque dependiendo de la decoración pueden destacarse en ambiente más modernos o clásicos. “Es un material que puede incluirse en todos los estilos”, apunta la arquitecta interior. Para ambientes vintage se sugieren piezas elaboradas con vidrio y una luz cálida o amarilla.
Sobre las formas, Martha Urrutia, de Gnowee Lámparas, cuenta hay gran variedad en el mercado nacional. Vienen como esferas, en forma de animales, y con diseños más orgánicos que se logran, básicamente, con la madera.
Las lámparas de pie son ideales para destacar un espacio específico de la casa.
Las lámparas modernas llegan en diferentes tamaños en sus presentaciones más comunes: de pie, de mesa y colgantes. Estas últimas se colocan, sobre todo, en ambientes sociales de la vivienda, mientras que las de mesa pueden estar sobre un recibidor o escritorio.
Antes de seleccionar una, señalan las especialistas, es necesario definir un espacio y medir. Las lámparas descolgadas, por ejemplo, quedan en techos altos, de 3 o 4 metros. “Si se las cuelga en techos más bajos, es importante no excederse para que sea funcional”.
Se imponen los elementos fabricados con metal, vidrio y madera, con formas orgánicas
Las lámparas de pie deben guardar armonía con los muebles que integran un determinado espacio, ni muy altas y ni muy bajas. Las de mesa, en cambio, pueden tener entre 35 y 60 centímetros de altura para destacarse. Así, además de estéticas, serán funcionales.