Lavado de manos

Una cantidad inimaginable de niños menores de cinco años mueren cada año en el mundo por efectos de la diarrea, cólera, pulmonía y más; esto no sólo debería enojarnos sino también determinarnos a hacer algo para revertir esos números tan dramáticos; la propuesta es una, de muy bajo costo y efectiva contra estas enfermedades y de otra muy actual conocida por todos, el coronavirus, es el “lavado de manos”, no ese al estilo Poncio Pilatos utilizado por nuestros gobernantes de turno, sino el lavado de manos con jabón, algo muy sencillo y económico. Este acto, que para muchos lo damos por hecho, puede reducir a la mitad los casos de diarrea y un tercio las infecciones respiratorias; lavarnos las manos con jabón puede tener un impacto en la reducción de la gripe, el tracoma, el SARS, cólera, los brotes del ébola y la actual pandemia. Creo que todos estarían de acuerdo que es una intervención en salud pública muy útil.

Las estadísticas muestran que cuatro de cada cinco personas que van al baño no se lavan las manos a nivel mundial. Del mismo modo que nosotros no lo hacemos aún cuando tenemos baños lujosos, agua corriente y jabón disponible, es igual en los lugares en donde la mortalidad infantil es alta; y, no es que no haya jabón, el problema radica en que lo utilizan para bañarse, lavar trastes o ropa, muchos padres piensan que es un lujo y lo guardan en la alacena; entonces, el promedio en el mejor de los casos es que se lavan las manos una vez por día, a veces por semana, dando como resultado que los niños se contagian de enfermedades en el sitio en donde más se les protege y ama, en sus hogares.  

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