El compromiso de sanear las finanzas públicas tiene un costo para la economía, que se traducirá en un menor crecimiento. El Central proyecta un aumento del 0,2% en la actividad económica y no 1,4% como inicialmente estaba previsto para este año. Con esas cifras, el escenario es de un estancamiento general en los indicadores laborales en este año.
Pese a ello, es importante señalar que existen 30 sectores que están mostrando dinamismo y que podrían aportar con algo de empleo, como el minero, que crecerá 17,6% este año. Otros que crecerán más allá de lo previsto son banano, camarón, lácteos o textiles. En el Estudio Mensual de Opinión Empresarial que realiza el Central, la industria proyectaba una ligera mejora en las perspectivas de contratación de trabajadores para junio. Sin embargo, en las actividades de servicios, comercial y construcción, que son grandes generadores de empleo, se preveía contracción o estancamiento.
El Gobierno anunció la noche del sábado que se han llegado a algunos acuerdos con el sector productivo para generar más trabajos adecuados. Anunció que el plan de mejora competitiva del cacao permitirá crear 12 000 empleos y que se suscribieron 620 convenios con empresas para colocar a jóvenes de entre 18 y 26 años sin experiencia laboral. En esa línea, también se firmaron 12 convenios con empresas privadas e instituciones públicas para vincular, a través de la Red Socio Empleo, a 45 000 ciudadanos.
Para que esto no quede en compromisos se requiere de una reforma laboral estructural, sin embargo, la iniciativa tomarán más tiempo. El Ejecutivo había anunciado enviar el proyecto en mayo, pero luego decidió convocar al Gran Acuerdo Nacional por el empleo, que es parte de la mesa de competitividad e innovación, el cual recién se instaló el 22 de junio pasado.
Acelerar este proceso es fundamental para generar insumos que permitan configurar un mercado laboral moderno capaz de dar respuesta a la falta de empleo e incluso a la crisis migratoria que afronta el país.